No se trata de un robot autónomo en sentido estricto, sino de una estructura artificial a control remoto que imita los movimientos de brazos, manos y dedos de un astronauta humano para ayudar en tareas de mantenimiento fuera de la ISS.
El robot es, de hecho, el primero pensado para operar en el espacio. Si funciona bien, podría suponer una nueva generación de vuelos tripulados en los que los astronautas no tengan necesidad de arriesgarse a salir de la nave para dar paseos espaciales. En la imagen podéis ver cómo se maneja a distancia este robot.
Fuente: New Scientist
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