El avance científico en general y las herramientas digitales en particular, han logrado que las distancias sean percibidas menos drásticamente. Aviones, emails, servicios de mensajería instantánea y softwares de videollamadas permiten minimizar el azote de los kilómetros y las horas. Sin embargo, el tacto es un sentido que ha quedado por fuera de esta lógica. La tecnología no ha logrado que podamos abrazar a un amigo que ha viajado al otro lado del mundo. Sin embargo, hay novedades para este casillero vacío.
Woodenshark, una startup radicada en Nueva York, ha presentado TapTap en la comunidad de financiamiento colectivo KickStarter (planear recuadar 130 mil dólares para iniciar la producción masiva del producto hacia el año 2014). Se trata de un dispositivo que, aunque tiene forma de pulsera, no es un nuevo reloj inteligente del mercado. Su propuesta hace foco en el tacto: gracias a sus sensores, a un motor de vibración y a conexión Bluetooth, TapTap permite conectarse a distancia mediante el tacto con otro portador de la pulsera.
Si bien su propuesta está enfocada en vincular a parejas distanciadas, puede ser aplicado a más utilidades relacionadas a la actividad física o a alarmas del móvil, por caso.
Análogamente, hacia 2012 el laboratorio japonés Kajimoto Tokio de la Univesidad de Electro-Comunicaciones inició el desarrollo de un dispositivo que permite simular a distancia la sensación que genera un beso en la boca. Para ello son necesarios dos dispositivos, del mismo modo que para un beso se precisan dos pares de labios. Estos equipos trabajan conjuntamente, reproduciendo en uno los movimiento que se realizan del otro lado de la conexión, incluso al otro lado del mundo. En el siguiente enlace puedes ver un video en el cual un estudiante de la mencionada Universidad hace una demostración del funcionamiento del proyecto.
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