Un relevamiento realizado por la agencia Consumer Intelligence Research Partners (CIRP) indica que, desde su lanzamiento, 5S (el modelo más costoso) acapara el 64 por ciento de las ventas de iPhone. 5C se lleva para sí el 27 por ciento de los despachos, mientras que la versión 4S recoge el 9 por ciento del total de ventas del smartphone Apple.
¿La apuesta “económica” de Apple no perseguía, acaso, incrementar el volumen de ventas? En tal sentido, las previsiones indicaban que 5C vendería más que 5S. Anotamos algunos factores que determinan esta inclinación contraria a lo inicialmente esperado.
Uno: Los consumidores no advierten que iPhone 5C llegue con una propuesta novedosa.
Dos: Considerando sus valores de venta y comparando sus especificaciones, muchos consumidores consideran que no es conveniente invertir en 5C. A la hora de elegir un equipo, prefieren un procesador más potente y la novedad: el lector de huellas dactilares.
Tres: Apple aún no se ha acomodado en un segmento del mercado que no le ha pertenecido a lo largo de su historia. En tal sentido, quien elige un equipo económico no posa la mirada en Apple.
Sin embargo, analistas esperan que la notable diferencia en ventas entre ambos modelos de iPhone se reduzca en los próximos meses. “Con el tiempo, los teléfonos de menor precio tienden a ganar cuota contra los móviles insignia de los fabricantes, sobre todo tras la fiebre inicial de usuarios ansiosos por actualizarse al dispositivo más nuevo”, dice Josh Lowitz de CIRP al sitio All Things D.
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