Mucho más allá de las opiniones interesadas y la desidia general de los responsables, los números del Instituto Provincial Autónomo Unificado de Servicios Sociales (IPAUSS) siguen siendo lapidarios y hacen pronosticar un colapso económico que será fatal para el organismo.
Mientras el informe de auditoría del Tribunal de Cuentas revela un descontrol generalizado, administración presuntamente infiel e irregularidades que pueden constituir delitos graves en el seno de la institución, desde su cuerpo de directores y desde los sindicatos estatales se insiste en que la situación no amerita revisar el sistema legal, ni intervención alguna de los organismos de control y que sólo se requiere “cobrar las deudas” para enderezar las finanzas del IPAUSS.
Los números, sin embargo, muestran que el déficit estructural crece a pasos gigantescos y que el derrumbe económico es inevitable a corto plazo de no aplicarse correctivos en tiempos perentorios.
Del informe del TCP se desprende que la floreciente situación del Instituto hasta 2010 pasó a ser de fuerte déficit en apenas tres años sin que el incremento de pasivos llegue a justificar el desequilibrio.
Con una situación de superávit que en 2008 (posterior al megapase que incrementó fuertemente los aportes al Instituto) habría llegado al 46%, los números del megainstituto mostraban en enero de 2010 todavía un saldo de caja positivo de 16,21%.
Un año después, el superávit ya se acercaba al punto cero, acusando un nivel de 5,22%. Tras doce meses, sorprendentemente, el saldo financiero ya era negativo, El IPAUSS comenzaba a mostrar cifras alarmantes: 6,48% de déficit era el saldo en enero de 2012.
A lo largo de todo ese año, y entre voces de alarma que caían en saco roto, la provincia se debatía en una discusión vana y plena de hipocresía, se creaba una Comisión legislativa ad-hoc que no aportó ningún remedio, ni siquiera un diagnóstico certero y los sindicalistas insistían en que la situación era “normal” y que sólo era menester que desde los ámbitos gubernamentales se saldaran las millonarias deudas para el IPAUSS superara la crisis.
Esa “normalidad2 lejos estaba de verse reflejada en las cifras. El crecimiento del déficit se hizo geométrico y la iliquidez comenzó a derivar en una previsible dificultad grave para pagar los haberes mensuales.
Ya en abril del 2013 los fríos números no admitían más controversia: el déficit del IPAUSS era del 19,79% y siguió creciendo, se estima en 28% a setiembre próximo pasado. En menos de cuatro años se pasó de un superávit de más del 5% a un déficit que a fin de año sería del 30%. Al mismo tiempo, la masa salarial se multiplicó por 3,4% y la cifra de jubilados pasó de 3.335 a 4.665 (14% de incrmento).
Ambas subas de ningún modo llegan a explicar el crecimiento desmedido de las pérdidas. Si lo harían los enormes y escandalosos descontroles revelados ahora por la auditoría del TCP que llevó cinco meses de trabajo. Jubilaciones otorgadas sin dictamen jurídico, liquidaciones viciadas de errores, beneficiarios que cobran hasta el doble de lo que les corresponde y la influencia fatídica de los regímenes de privilegio que los directores y los gremialistas se empeñan en negar.
Sólo por pagos incorrectos, el Tribunal de Cuentas estima que se fugan del IPAUSS mensualmente 19 millones de pesos, una cifra sorprendente que los directores parecen ignorar rotundamente pero que de sólo corregirla permitiría que los pasivos dejen de cobrar en forma escalonada.
Hay dos casos que perfectamente sirven de botón de muestra para explicar las irregularidades y los posibles delitos que se vienen cometiendo sistemáticamente en el seno del IPAUSS. Existe una jubilada (sus iniciales son JF) que desde hace ocho años viene percibiendo más de 46 mil pesos de haber mensual; según los auditores del TCP no hay razón para liquidarle más de los 26 mil (aproximadamente) que le corresponden) Es decir, esa ex empleada de la administración Pública provincial habría cobrado de más en ocho años una cifra que supera los dos millones de pesos.
El otro caso es el de un ex juez de iniciales T.H., (retirado por la tristemente célebre ley 460) que percibe mensualmente más de 65 mil pesos, que incluyen unos 5.500 abonados de más cada mes, sin explicación posible desde lo legal.
Digno de un largo informe es lo que sucede con el listado de jubilados de la Dirección de Energía, un caso que necesariamente debería ser denunciado en sede penal, conforme a lo lapidario de las acusaciones del TCP, pero parece que las reacciones de todo tipo van a tardar demasiado todavía en llegar, y la estrategia sería suavizar el tema lo más que se puede, a favor del paso inexorable del tiempo.
Cifras difíciles de explicar
Fecha Cant. jubilados Masa salarial Result financ
Enero 2010 3.335 $21.200.000 + 16,21%
Enero 2011 3.726 $31.700.000 +5,22%
Enero 2012 4.104 $45.600.000 – 6,48%
Abril 2013 4.665 $72.100.000 – 19,79%
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