En medio de protestas sociales que denuncian la “privatización” de los recursos naturales, el Gobierno de Brasil licitará hoy el campo de Libra, un yacimiento que atesora sus mayores reservas de petróleo.
Frente a la posibilidad de que los opositores a la subasta tomen las calles del barrio carioca de Barra da Tijuca, donde se celebrará el acto, el Gobierno anunció una fuerte movilización de soldados y policías, a fin de garantizar la seguridad. Según el Ministerio de Defensa, unos 1.000 soldados del Ejército custodiarán los alrededores del hotel donde se realizará la licitación y cientos de policías reforzarán la vigilancia en otras zonas de Río de Janeiro, donde se teme que estallen protestas.
Para el concurso se han inscrito once empresas, pero sólo nueve de ellas habían presentado las correspondientes garantías hasta ayer. Entre estas últimas están siete de las once de mayor valor de mercado del mundo: la anglo-holandesa Shell, la China National Corporation (CNPC), la colombiana Ecopetrol, la brasileña Petrobras, la francesa Total, la China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) y la hispano-china Repsol-Sinopec.
El Yacimiento de Libra se encuentra a una profundidad de 5.000 metros, debajo del lecho rocoso del océano Atlántico y a unos 183 kilómetros de la costa de Río de Janeiro. Según los cálculos previos, tiene reservas de entre 8.000 millones y 12.000 millones de barriles de crudo y que podrá producir unos 1,4 millones de barriles diarios, que duplicarían la actual producción del país. “No estamos privatizando. Nos estamos apropiando de ese petróleo, de esa riqueza inmensa que de nada servirá si continúa allí”, sostuvo el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, para defender la decisión de su Gobierno.
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