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Poli pidió por las víctimas de Rosario y cuestionó los afiches electorales del Papa

El arzobispo de Buenos Aires deslizó su malestar por el uso político de la imagen papal. «No quisiera el Papa que su imagen muera en un afiche», expresó.

Poli

El arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Mario Poli, encabezó la misa central de San Cayetano y pidió hoy que se terminen los desencuentros entre los argentinos.«Hay que cultivar y trabajar por una cultura del encuentro. Basta de desencuentros entre los argentinos, escuchemos al Papa», proclamó ante miles de fieles frente al templo del barrio porteño de Liniers.

El sucesor de Jorge Mario Bergoglio en el arzobispado porteño aseguró que «cuando se cierran las puertas unas a otras, como a muchos ustedes, Dios abre las puertas del santuario y de la esperanza».

Antes de iniciar la ceremonia, el sacerdote puso entre las intenciones de la misa el «dolor del pueblo de Rosario» a raíz de la explosión de un edificio, y pidió rezar por las víctimas mortales y sus familiares.«Que Dios ponga la mano sobre ese desastre y se encuentre a las personas desaparecidas», rogó.

También mencionó la presencia del Papa Francisco en los afiches electorales«Hay fotos del Papa en todos lados. Hay también algunas fotos de afiches», dijo, y agregó que «no quisiera el Papa que (su imagen) muera en un afiche, sino que recuerden sus enseñanzas«.

Durante la homilía, el prelado leyó parte del mensaje que el Papa transmitió anoche a los peregrinos e hizo hincapié en párrafo en el que Francisco lamentó que «haya tanto desencuentro. Líos en la familia, siempre; líos en el barrio; líos en el trabajo; líos en todos lados. Y los desencuentros no ayudan».

Poli sostuvo que el encuentro con San Cayetano es para «alimentar la fe». Esa fe que nos mantiene de pie a pesar de las dificultades, que nos devuelve la alegría ante las amarguras de la vida y las pruebas, no saca el miedo y no nos deja caer los brazos», prosiguió.

«No se dejen abatir por el desaliento. Cada vez que visitamos el santuario es una invitación a renovar la fe con alegría. Alegría verdadera, de la buena, la que dura», comentó.

Otra posta. Además, el arzobispo se dio lugar para bromear con los devotos: «Estaban acostumbrados a escuchar al cardenal (Bergoglio) y ahora aparezco yo, que decepción», a lo que los fieles respondieron con un «no».

Poli alentó a salir al encuentro de quienes más necesitan y sufren, e instó a «cultivar y trabajar por una cultura del encuentro. Basta de desencuentro». «Recemos por él y si les sobra un poquito, también por mí», concluyó.

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