(Río Grande, mayo 1 de 2013) – La falta de fondos para encontrar salida a la discusión por el aumento salarial docente parece extremar la creatividad de los dirigentes gremiales y poner cada vez más en problemas al gobierno de Fabiana Ríos.
Mientras desde el Ejecutivo se insiste en que no hay partidas disponibles para incremento alguno, los negociadores del Sutef creen que hay fondos de Educación que se destinan a fines diversos, afectando el sueldo docente y piden un sinceramiento del Presupuesto.
Para ello se aferran ahora a un tema tabú, siempre polémico, como el de las horas cátedra, que, para muchos, es una caja negra con que muchos gobiernos pagan favores o prestaciones que poco tienen que ver con la educación.
La polémica la inició la legisladora (de extracción docente) Laura Rojo quien, en ocasión de la discusión del Presupuesto 2013, observó el elevadísimo monto destinado a horas-catedras que, con una reserva de 750.000 (que luego se corrigieron a algo menos de 690.000) representaban una de las dos cifras más altas del país en esa materia, apenas por debajo de la provincia de Buenos Aires y triplicando la de la provincia de La Pampa, por caso.
Después de varios meses de eludir el tema, el Sutef se aferró al cuestionamiento de Rojo, confiados en que un “blanqueo” del tema permitiría recuperar fondos y destinarlos a salario docente. Sospechan que hay sectores donde se reparten dineros de la partida de horas-cátedra, y que nada tiene que ver con servicios educativos.
En ese sentido, los dos sectores de Gobierno más observados son Deportes y Cultura, cuyos titulares, curiosamente, salieron esta semana a mezclarse en la discusión por el aumento docente, reclamando a los agentes de sus áreas no se los deje fuera de la mejora, si esta se diere.
“El rol docente es igualitario para los profesores que se desempeñan en el área de la Secretaría de Deportes”, abogó el secretario Adrian Morane, (desde una gacetilla entregada a los medios) implorando que “no sean excluidos del aumento salarial”, que se viene discutiendo. Nada dijo Morané de las horas cátedras y de las acusaciones que se le han hecho por un presunto uso no ajustado a los fines “educativos” que invoca.
Pocos minutos después de la primera, otra gacetilla oficial citaba palabras del cuestionado secretario de Cultura, casi calcadas de las de Morané: “La cultura es educación”, postulaba Sergio Araque, en defensa de los salarios de trabajadores de los Talleres de Cultura y Deporte.
Araque aclaró que “las horas destinadas a los talleres de Cultura representan apenas un 2% del total de horas cátedra mensuales”. Tampoco él respondió a las acusaciones que rondan por el tema, en particular las que afirman que se estarían abonando con horas cátedra servicios prestados a través de un programa televisivo deportivo que auspicia y organiza la secretaría de Cultura.
Lo cierto es que, ante la reticencia del ministerio del Gobierno a dar el detalle del gasto (que insume nada menos que 200 millones de pesos al año) tanto desde la Legislatura como desde el gremio se habrían intimado a los funcionarios a suministrar la información a más tardar el próximo lunes, para poder avanzar en la discusión salarial.
Lo que surja del análisis de esa información (si finalmente aparece) puede parecerse demasiado a destapar ollas que esconden olores muy fuertes e indeseables.
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