Las diatribas, solapadas o explícitas, entre los distintos sectores del poder terminan arrojando sus consecuencias nefastas sobre los más indefensos.
El enojo del Gobierno Provincial con los municipios y su decisión de retirar toda asistencia estructural a los asentamientos generan más desamaparo en los más marginados: los habitantes de los asentamientos.
En la Margen Sur, las personas son víctimas de enojos políticos ajenos y se resignan ante el flagelo de sentirse ignorados y empobrecidos mientras conviven con negocios ajenos que crecen en las penumbras.
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