Allí trabajaron inspectores municipales de la Secretaría de Gobierno, tanto del área de Comercio como de Bromatología e Higiene.
El secretario de Gobierno, contador Paulino Rossi, recordó al respecto que “este local fue clausurado por segunda vez por personal municipal el pasado 7 de febrero, luego, se constató que se rompió la faja de seguridad y se volvió a introducir mercadería por lo que el municipio procedió a fajarlo, clausurándolo por tercera vez”.
“En esta oportunidad, como las condiciones de higiene eran pésimas, se tuvo que hacer un decomiso de muchísima mercadería: más de cuatro camiones se extrajeron de este local. Había azúcar, harina, dulce de leche, huevos y esto nos preocupaba mucho que pudiera llegar a un lugar y que alguien lo utilizara como alimento”.
El contador Rossi informó que este procedimiento, “se hizo con la Policía de la Provincia, hubo una espera de una semana hasta que el responsable apareció con la llave y durante todo ese tiempo hubo una consigna policial. Es así que se procedió a llevar todo al basural, fueron cuatro camionadas completas con lo cual estamos tranquilos con el tema porque hubo una inspección de Comercio que advirtió Bromatología, pero estamos preocupados de que este tipo de prácticas no se repita en otro lugar por lo que vamos a intensificar los controles para poder verificar la trazabilidad de los productos que se consumen en la ciudad”.
El Secretario de Gobierno describió que en ese local “estaba en un estado de abandono, con excremento de roedores, había gatos durmiendo sobre las bolsas de mercadería, toda la mercadería en estado de abandono, sin respetar ninguna norma de higiene. Afortunadamente fue detectado y la premisa del municipio es clara: todo lo que ponga en riesgo la salud de los vecinos no vamos a hacer ningún tipo de concesión sino que vamos a ir a fondo como en este caso con el decomiso de la mercadería y llevarla al relleno sanitario para que sea totalmente destruida y evitar su circulación”, finalizó.
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