Barack Obama abogó, en su discurso sobre el Estado de la Unión, por un renovado impulso de la economía y la creación de empleo, mientras defendió reformas clave, como la de las leyes migratorias.
El llamado del mandatario estadounidense a un equilibrio presupuestario tiene más urgencia, dado que el 1º de marzo entrarían automáticamente en vigor recortes de envergadura, que podrían amenazar el aún endeble crecimiento económico del país.
En su discurso, renovó el llamado a aprobar mayores impuestos a los ricos junto a inversiones en infraestructura, educación y energías renovables.
«El énfasis de siempre de estos grandes discursos se mantiene y se mantendrá igual, en la necesidad de hacer que la economía trabaje para la clase media«, afirmó el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
En su alocución, de una hora de duración, Obama no dejó de lado temas que transformó en prioritarios al comenzar su segundo mandato, como el control de las ventas de armas y una reforma migratoria integral.
La primera dama, Michelle Obama, se sentó junto a los padres de una adolescente de Chicago asesinada a tiros días apenas después de que participó en una presentación artística durante el acto de toma de posesión del mandatario.
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