El Gobierno de Panamá rechazó categóricamente por «inconsultas» las declaraciones de su embajador ante la OEA, Guillermo Cochez, quien ayer, ante el Consejo Permanente del organismo, advirtió que en Venezuela existe «una democracia enferma».
«La Cancillería panameña manifiesta que el embajador Cochez actuó sin consultar con la Cancillería y de manera improvisada elaboró posiciones, que distan mucho de ser la posición del gobierno nacional», señaló un comunicado del Ejecutivo istmeño.
El texto reseña, además, que la Cancillería «ha impartido instrucciones al embajador Cochez para que se abstenga de emitir declaraciones que no reflejan la posición oficial del gobierno de Panamá».
«Los intervencionistas encontrarán respuestas ante sus declaraciones sobre Venezuela»Roy Chaderton
La declaración, finalmente, ratifica la «posición de respeto a los procesos políticos internos de los Estados» de parte de Panamá y hace votos «por el pronto restablecimiento de la salud del presidente Hugo Chávez».
Una bala perdida
La declaración llegó después de un duro cruce entre Cochez y el representante venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, por las palabras del panameño acerca de que Venezuela es «una democracia enferma» y de cuestionamientos al secretario general del bloque, José Miguel Insulza, que avaló la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de habilitar la postergación de la jura de Chávez.
Anoche mismo, el venezolano Chaderton celebró la aclaración del gobierno panameño, y juzgó que el comunicado de la Cancillería es «un baño de agua helada» para Cochez, a quien consideró «una bala perdida a la que habíamos denunciado de la manera más discreta en ocasiones anteriores».
En un contacto con el estatal canal Venezolana de Televisión, consignado por la agencia AVN, defendió su réplica a Cochez en el recinto de sesiones, intervención que atribuyó a mostrar que «los intervencionistas encontrarán respuestas ante sus declaraciones sobre Venezuela».
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