Que la PC de escritorio está muriendo no es una novedad. Pero que Intel decida deshacerse de una histórica división muestra que esa agonía podría ser más breve.
El cierre de la división de motherboards se producirá no bien Intel presente sus nuevos chips Haswell, esperados para fin de año.
El proceso de cierre demandará tres años y los recursos serán enfocados en el desarrollo de tarjetas para ultrabooks y tablets.
El anuncio no contempla la desaceleración de su negocio de chips: Intel seguirá proveyendo de componentes a otros fabricantes de mothers como Asus, ASRock y Gigabyte.
Intel anunció que su línea de motherboards para Haswell tendrá la misma garantía y soporte que los productos actuales.
La decisión de Intel no sorprende si se miran las últimas cifras del mercado de computadoras, amenazadas por el auge de tablets y smartphones.
De acuerdo con IDC, durante el último trimestre de 2012 las ventas de PC cayeron 6,4% en comparación con el mismo período de 2011. Entre octubre y diciembre del año pasado se vendieron 89,8 millones de unidades en todo el mundo.
En términos anuales, las ventas de PC cayeron 3,2% en 2012 respecto de 2011.
La caída fue más pronunciada que la prevista anteriormente para el trimestre, estimada en 4,4%. La consultora remarcó que Windows 8, que debutó oficialmente el 26 de octubre de 2012, no tuvo un impacto inmediato en las ventas de computadoras.
Y el futuro de las notebooks también parece estar amenazado: un estudio de NPD divulgado en octubre pasado indicó que se espera que los envíos de portátiles sean de 393 millones en 2017. En ese año, el de tablets ascenderá a 416 millones.
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