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Turismo en Marte: Un sueño que empieza a tomar forma

Los científicos ya piensan en viajes al planeta rojo con fines comerciales. El majestuoso monte Olimpo, su mayor atracción.

Con el aterrizaje en la superficie marciana del laboratorio espacial Curiosity el principal objetivo que tiene la NASA es conocer todos los detalles posibles sobre la habitabilidad del planeta rojo ya que la intención es, durante los próximos años, desembarcar allí con una exploración tripulada.

Ocurre que Marte, de los planetas del sistema solar, es en muchos aspectos el mas parecido a la Tierra lo cual es crucial para la supervivencia y adaptación de la especie humana. Este hecho, sumado a que está relativamente cerca, lo instala luego de la Luna como el principal objetivo a la hora de la conquista espacial.

Previendo ésta situación que de a poco se avecina, no solamente los países poderosos están atentos a los resultados del Curiosity, dado que en los últimos años se introdujeron nuevos competidores que son compañías privadas con fuertes intereses comerciales. El motivo es que existe un potencial mercado de excéntricos clientes multimillonarios dispuestos a gastar fortunas para ser pioneros en actividades de turismo extraterrestre.

A muchos ésta modalidad de turismo podría parecerles imposible o de ciencia ficción, pero cabe recordar que en 2001 el magnate Dennis Tito, nacido en New York fue el primer civil en pagar 20 millones de dólares a la Agencia Espacial Federal Rusa por el entrenamiento, el viaje y la estancia en la Estación Espacial Internacional durante 7 días y 6 noches. En aquella oportunidad Dennis filmó, sacó fotos y miró entusiasmado por las ventanillas de la nave como un perfecto turista.

El majestuoso Monte Olimpo:

Nadie sabe con certeza cuando llegará el primer vacacionista a Marte, pero si nuestra civilización no se auto-destruye como consecuencia del recalentamiento global o guerras nucleares tarde o temprano ése día vendrá, y cuando se desarrolle el turismo marciano el principal atractivo del planeta rojo será el majestuoso Monte Olimpo que se encuentra en el hemisferio norte en un lugar conocido como la meseta de Tharsis.

Es un antiguo volcán de unos 25 mil metros de altura, casi tres veces más alto que el Monte Everest y al menos hasta el momento la montaña más alta de todas las conocidas en el sistema solar. La boca de su caldera tiene ni mas ni menos que 85 Km de largo por 60 de ancho y está rodeado por impresionantes acantilados de 6 mil metros de altura, que a pesar de su belleza y tamaño junto al Olimpo parecen apenas una pila de escombros.

Y quienes vayan al planeta rojo también visitarán -aunque en un segundo plano- la región de Cidonia donde se encuentra la famosa y polémica «cara» de Marte. Es una meseta fotografiada en 1976 por la sonda espacial Viking 1 que por en aquel entonces orbitaba el planeta, y por ésos caprichos de la naturaleza fue esculpida de forma que, vista desde la altura, se asemeja tanto a un rostro humano que al verla muchos especularon que alguna vez Marte estuvo habitado.

Atracción para la ciencia

El Monte Olimpo (en latín Olympus Mons, designación oficial de la Unión Astronómica Internacional) es el mayor volcán conocido en el Sistema Solar. Se encuentra en el hemisferio occidental del planeta Marte, en las coordenadas aproximadas de 18º N, 133º

El macizo central se eleva aproximadamente entre 22-23 kilómetros sobre la llanura circundante, lo que equivale a tres veces la altura del monte Everest, y a 21.287 m  sobre el nivel medio de la superficie marciana, debido a que se encuentra en una depresión de 2 km de profundidad. Está flanqueado por grandes acantilados de hasta 6 km de altura, y su caldera tiene 85 km de largo, 60 km de ancho y 2,4-2,8 km de profundidad, pudiéndose apreciar hasta seis chimeneas superpuestas de cronología sucesiva.

La base del volcán mide 600 km de diámetro incluyendo el borde exterior de los acantilados, lo cual le otorga una superficie en su base de 283.000 km² aproximadamente, comparable con la superficie de Ecuador. Sus dimensiones son tales que una persona que estuviese en la superficie marciana no sería capaz de ver la silueta del volcán, ni siquiera desde una distancia a la cual la curvatura del planeta empezara a ocultarla. El efecto por tanto sería el de estar contemplando una «pared», o bien confundir la misma con la línea del horizonte. La única forma de ver la montaña adecuadamente es desde el espacio. Igualmente, si alguien se encontrara en la cima del volcán y mirase hacia abajo no podría ver el final, ya que la pendiente llegaría hasta el horizonte.

Es un error pensar que la cima del Monte Olimpo está por encima de la atmósfera marciana. La presión atmosférica en su cumbre es un 2% de la que hay en la superficie; comparándolo con el Everest, su presión atmosférica es un 25% que la que hay a nivel del mar. Es más, el polvo marciano se puede encontrar incluso a esa altitud, así como la capa de nubes de dióxido de carbono. Aunque la presión atmosférica media de Marte es un 1% de la que hay en la Tierra, el hecho de que la gravedad sea mucho más débil permite que su atmósfera se extienda a una altitud mucho mayor.

(Fuentes: planetariode merlo.org / dosisfotografica.blogspot.com.ar)

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