En diálogo con radio El Mundo, Forster analizó que «hay una lógica de suponer que la vida de una cacerola está por encima de la mayoría de la ciudadanía que a través del voto eligió un rumbo» y explicó que «hay gente que ha ido con consignas honestas y sinceras otras que representan otra visión de sociedad».
En este sentido, indicó que «fueron movilizaciones pacíficas salvando algún accidente menor. No hay que utilizar a un pequeño grupúsculo violento como si fuese la expresión del conjunto».
En otro fragmento, el filósofo precisó que «hay un gran problema de inseguridad, sobre todo en las grandes ciudades» pero instó a «aceptar que hay mandatos populares» y que en última instancia «el gobierno dirá si son viables, en función del mandato que ha recibido».
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