La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México sostuvo que las violaciones a las garantías personales se elevaron “de manera sustancial” en los últimos seis años.
El problema de la seguridad en el país es alarmante: solo se denuncian ocho de cada cien delitos, es decir que solo el 1% de los casos es investigado por las fiscalías y llega a instancias judiciales. En otras palabras, el 99 por ciento de los delitos quedan impunes. De hecho, fuentes extraoficiales han llegado a indicar que el número de asesinatos supera los 60 mil.
Ante esta situación, el presidente de la CDNH, Raúl Plascencia, pidió a una comisión del Senado mexicano atender «con la mayor urgencia» posible y precisó que el organismo tiene abiertos expedientes por 2.126 casos de desapariciones forzadasdesde 2006.
El directivo también remarcó que cuenta con registros de 46.015 asesinatos violentos por el crimen organizado, registros de 15.921 cadáveres no identificados y 1.421 cadáveres inhumados en fosas clandestinas.
Plascencia indicó que todo esto significa un “incremento sustancial de violaciones a derechos humanos como la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes, detenciones arbitrarias, allanamientos y cateos ilegales, la desaparición forzada y las privaciones arbitrarias de la vida, entre otras».
Asimismo, añadió que en los últimos años se elevó también el número de víctimas de la violencia y de los que han sufrido agravios por actos y omisiones por parte de servidores públicos.
En ese sentido, apuntó contra la “poca eficiencia” de las fuerzas policiales en la prevención del delito y de procuración de la justicia y recordó que, desde 2005, se han recibido 34.385 quejas contra servidores públicos que operan en las áreas de seguridad pública federal, mientras que en 2011 el número de quejas por tratos crueles, inhumanos y degradantes ascendió a 2.040.
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