Por encima del porcentaje de inflación que mide el Indec, a partir de mañana comprar un pasaje aéreo para viajar dentro de la Argentina costará hasta 20 por ciento más caro. Pero lo más curioso es que resulta el tercer aumento que se registra en lo que va del año en la mayoría de las tarifas. La primera fue en febrero y la segunda en junio.
Así lo dispuso el Gobierno a través de la resolución 778/2012 de la Secretaría de Transporte, que se publicó hoy en el Boletín Oficial y autoriza el aumento de las tarifas mínimas y máximas de los vuelos de cabotaje.
Para la mayoría de los destinos -tomando como punto de partida la Capital-, las tarifas mínimas suben un 10%, al igual que las tarifas máximas de aquellos pasajes comprados con más de diez días de anticipación. Mientras tanto, las tarifas máximas de los boletos comprados con una antelación menor aumentan 20 por ciento.
El caso de Comodoro Rivadavia es uno de los más significativos cuando de aumentos se trata. El año último, la tarifa aérea más baja establecida para ese destino era de $704, pero en febrero y en junio sufrió una serie de aumentos que terminó de ajustarse con el decreto publicado hoy, que determina un aumento total en lo que va del año del 106%.
La decisión oficial beneficiará principalmente al Estado, ya que está a cargo de la gestión de Aerolíneas Argentinas, firma que detenta más del 60% del mercado aerocomercial de cabotaje y que el año pasado recibió US$ 757 millones en subsidios. El restante 29% está en manos de LAN. Andes y Sol se reparten un marginal 1 por ciento.
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