Microsoft lanza la semana que viene lo que será el mayor rediseño de su icónico sistema operativo Windows desde 1995.
Windows 8 mostrará una interfaz totalmente renovada, tal como se pudo ir viendo en las distintas presentaciones de Microsoft y de distintos fabricantes que ya apuran sus nuevos equipos con el nuevo software de Redmond.
Desde el comienzo, Windows 8 se despega de sus antecesores. Al encender el dispositivo, el usuario ya no se encontrará con la tradicional pantalla de inicio a la que Microsoft lo tenía acostumbrado, sino que verá un conjunto de mosaicos coloridos deslizables a través de los cuales se accede a las distintas aplicaciones y funcionalidades, similar a los que ya se podía ver en Windows Phone 7.
Esta nueva pantalla de inicio, con los distintos recuadros, reemplaza al clásico menú de inicio de Windows. Según explica Walter Mossberg en The Wall Street Journal, el escritorio tradicional sigue ahí; solo que ahora toma el formato de una aplicación más a la que se debe acceder.
Con Windows 8 el enfoque de la empresa hoy liderada por Steve Ballmer es la adaptabilidad, es decir, crear un sistema operativo plástico, que pueda utilizarse tanto en computadoras con mouse como en tablets con pantallas táctiles.
Comentarios