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Sandy dejó 61 muertos en EE.UU. y el país busca volver a la normalidad

Obama visitará el estado de Nueva Jersey, convertido en «zona cero» por la tormenta. En el Caribe hubo 71 muertos .

Los habitantes de la costa de Estados Unidos afectada por el huracán Sandy dieron los primeros pasos cautelosos para regresar a sus rutinas alteradas por el desastre, incluso mientras los efectivos de la Guardia Nacional recorrían barrios llenos de escombros y sin que se hubiera solucionado aún el problema de inundaciones e incendios en varias localidades.

Por primera vez desde que la tormenta azotó el noreste del país, donde dejó 61 muertos y millones de dólares en daños, un sol brillante apareció sobre la ciudad más grande de Estados Unidos. Fue una novedad, tras varios días de cielos grises, lluvias y viento.

Víctimas en el Caribe. La cifra de muertes en el Caribe causadas por Sandy creció hoy, y los cálculos sobre los daños y la destrucción aumentaron con el surgimiento de valoraciones más completas en toda la región.

Otras dos muertes se registraron en Haití, elevando a 54 el número de decesos en el país. Eso significa que el total de muertos en el Caribe ahora es de 71 (ver Sandy causó 71 en el Caribe).

Bolsa y aeropuertos. En la Bolsa de Valores, que reanudó sus operaciones gracias a generadores de electricidad, el alcalde Michael Bloomberg levantó los dos pulgares, en señal de agradecimiento y activó el campanazo inicial de la sesión, ante las ovaciones de los corredores en el piso de remates. La actividad bursátil se suspendió dos días, algo que no ocurría debido a un fenómeno meteorológico desde la gran nevada de 1888.

Los aeropuertos Kennedy y Newark Liberty reabrieron sus servicios en forma limitada el miércoles por la mañana. El aeropuerto LaGuardia de Nueva York, donde la tempestad causó daños más graves y donde el agua cubrió partes de las pistas, permaneció cerrado.

Quedó claro que la recuperación de la actividad frenética y ordinaria de la región tardará días. La demora será todavía mayor para reconstruir las comunidades más afectadas y las redes de transporte que las unen.

Sin luz. Unos 6,5 millones de viviendas y negocios carecían todavía de energía eléctrica, incluidos 4 millones en Nueva York y Nueva Jersey. El suministro se cortó incluso muy al oeste, como en Wisconsin, o al sur, en las Carolinas.

La magnitud del desafío quedó de manifiesto en Nueva Jersey. Las fuerzas de la Guardia Nacional llegaron a la localidad inundada de Hoboken, en ese estado, con la misión de ayudar al desalojo de miles de personas que seguían atrapadas en sus viviendas y de repartir alimentos. Había cables de alta tensión en la zona inundada, y la alcaldesa Dawn Zimmer advirtió que la zona se estaba anegando también con aguas negras.

Miles de personas permanecían atrapadas o refugiadas en condominios y viviendas en la ciudad, cercana a Nueva York, al otro lado del Río Hudson.

Y nuevos problemas surgieron cuando los Bomberos no pudieron llegar a incendios provocados por fugas de gas natural en Mantoloking, una localidad costera severamente golpeada por Sandy. Más de una decena de casas quedaron destruidas ahí.

Obama. El presidente Barack Obama tenía previsto visitar Nueva Jersey, que recibió el impacto frontal de la tormenta el lunes por la noche y donde fue arrasada una parte del histórico paseo costero.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, dijo que piensa pedir que Obama encomiende al Cuerpo de Zapadores del Ejército el trabajo para determinar la forma de reconstruir la playa y de «proteger a estas poblaciones».

En Nueva York comenzó el segundo día después de la supertormenta, y el tránsito matutino se intensificó, ya que la gente buscaba llegar a su trabajo pese a la parálisis del tren subterráneo. Hubo al menos una señal de retorno a la normalidad: gente que esperaba en las paradas de colectivos.

Antes del amanecer, había personas que corrían o paseaban en bicicleta en el Puente de Brooklyn, que debió cerrar antes por los intensos vientos. Un ciclista llevaba una linterna. El tráfico automovilístico era pesado en el puente y prácticamente se detenía al aproximarse a Manhattan.

Una larga fila se formó al pie del rascacielos Empire State, cuyo mirador reabrió por vez primera desde la tormenta.

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