«¡Qué bueno! Mis papás me van a poder ver en una nota», dice, emocionado, Franco Castronuovo, un joven de 28 años, oriundo de Río Grande , quien hace varios años está lejos de los suyos, luego de integrarse al equipo técnico de Disney Live.
«Allá por 2007, yo estaba estudiando la carrera de organización de eventos. Con una pasantía, ingresé a trabajar en un espectáculo de Disney on Ice. Luego, trabajé como traductor y, seis meses después, me terminaron contratando y me enviaron al sudeste de Asia. Mi primer destino fue Manila», cuenta Franco.
Hoy, se desempeña como jefe de pirotecnia del show Tres cuentos clásicos y, además, asiste al stage manager y en el área de carpintería. Si bien pasa casi todo el año de gira, su lugar de residencia es Orlando, donde vive junto a su reciente esposa, una bailarina que, como no podía ser de otra manera, integra la misma compañía. «Nosotros llamamos unidad a cada show y siempre decimos: «Cada unidad termina siendo una familia». ¡Tenés amigos con los que compartís las 24 horas del día!», dice.
Ansioso porque por primera vez sus padres verán el show con el que ha girado por el mundo, Franco asegura que, si bien fue difícil distanciarse de su familia y amigos, adoptó con su trabajo todo un estilo de vida. «Estar lejos de tu país es duro y es mucho tiempo de viaje, pero después de un tiempo ya te acostumbrás, y volver a lo de antes, a estar en un solo lugar, te empieza a costar.»
Para él, como para otros integrantes del equipo, la mayor retribución que recibe por su trabajo es la emoción del público. «Lo mejor es escuchar a los chicos gritando cuando abrís la cortina principal o de vez en cuando tengo la oportunidad de estar cerca del escenario adelante y veo a los chicos fascinados. Es muy lindo -dice-. En el show, siempre suceden imprevistos, pero uno sigue. Nosotros estamos para montar esto, pero también para asistir en lo que pueda suceder, porque el telón, de alguna manera, se tiene que abrir.»