La Cámara Baja dio hoy sanción definitiva al proyecto de reforma de la ley de accidentes de trabajo, que tuvo como contexto una movilización de las CGT y la CTA disidentes al Congreso Nacional en oposición a la referida norma.
El proyecto, apoyado por el kirchnerismo, aliados y el PRO, fue aprobado por 139 votos afirmativos, contra 83 negativos y se registró 1 abstención en el tablero electrónico del Cuerpo del oficialista y presidente de la comisión de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde (quien votó en contra los artículos 4; 9 y 16, en el inciso 2). La iniciativa elimina la denominada «doble vía» y de ahora en adelante el trabajador deberá optar entre la indemnización a través de la ART o recurrir a la instancia judicial.
Protesta. La resistencia contra el proyecto fue encabezada en las calles por las dos centrales opositoras con una concentración frente al Congreso, y en el recinto por la mayoría de los bloques opositores (con excepción del macrismo), y por los diputados del bloque oficialista Facundo Moyano y Omar Plaini. Por la mañana, el jefe de la CTA anti-K, Pablo Micheli, ratificó su repudio a la iniciativa del gobierno y acusó a la presidenta Cristina Fernández de ir «para adelante, más allá de lo que escuche, le digan o que todo el pueblo esté en contra», lo cual «es un tema grave en la democracia argentina» (ver Moyano y Micheli protestaron frente al congreso contra proyecto de ART).
Mientras, su nuevo aliado, el moyanista y titular del gremio de trabajadores judiciales, Julio Piumato, vía Twitter, volvió a comparar la iniciativa oficialista con la «ley Banelco», en referencia a la reforma laboral sospechada por la distribución de sobornos durante el gobierno de Fernando De la Rúa, y anticipó que «va a generar miles de muertos y tullidos».
Al cierre del debate en Diputados, el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, defendió la propuesta y dijo que la norma «no elimina la doble la vía, fortalece una vía y es obligación del Estado fortalecer la vía administrativa» que le permite al trabajador «recibir una indemnización en forma inmediata» y «en un pago único» en lugar de ir a la esfera judicial con juicios que tardan cinco años como mínimo. En la apertura, su compañero de bancada Juan Pais ofició de miembro informante del proyecto e indicó que con ello se busca «un régimen posible, que apunta a mejorar sustancialmente lo que hoy tenemos vigente».
Mientras, Recalde defendió un dictamen propio en minoría, aunque también tuvo párrafos para señalar los logros del Gobierno nacional en cuanto a «la ampliación de derechos», por lo que dijo entender que «uno tendría que admitir que frente al principio de progresividad» constitucional «no debería haber ninguna regresividad en los derechos».
Más tarde, Facundo Moyano, hijo del líder de la CGT y todavía integrante del bloque oficialista, calificó como «un engendro de la UIA (Unión Industrial Argentina)» al proyecto K.
«Para la central obrera a la cual pertenezco se trata de un negocio de las ART con la vida y la salud de los trabajadores. Lo único que hace esta ley es subirle el precio a los brazos y los ojos de los trabajadores», afirmó el jefe del sindicato de empleados de Peajes, quien igual que, Plaini, el titular del gremio de Canillitas y compañero de bancada se retiró del debate para no votar en contra del oficialismo.
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