Este debate -el próximo será el 16 de Octubre-, estuvo centrado en temas domésticos, con gran enfoque en la economía, el empleo, los impuestos, el plan de salud de Obama, la educación y el presupuesto nacional.
Obama desde un prinicipio ya actuó raro al saludar a su esposa Michelle (pues acaba de cumplir 20 años de casados esta semana). Esto fue algo que por supuesto resultó inesperado, pues no es común que ante una pregunta sobre economía, el presidente cambie el giro y salude a su concubina, tratando de generar simpatía en los electores.
Pues bien, la estrategia no le resultó ni de entrada, ni sus pausas ni sus sonrisas le sirvieron frente a un agresivo Romney, que lo zarandeó desde el inicio de la contienda.
Romney le dijo a Obama que sus planes fracasaban y arremetía con cifras de desempleo, y de pobreza. Inclusive le llegó a decir a Obama que han pasado de 32 a 47 millones las familias que bajo su período presidencial piden “cupones para comprar comida”.
Obama apenas podía responder cada pregunta, lo hacía pausado, como queriendo justificar lo que él recibió y lo hecho hasta el momento. Obama sólo atinó a aclarar que Romney “ha cambiado su forma de pensar y que sus planes parecieran ser secretos, pues no informaba cómo pensaba llevarlos adelante”. El presidente contestaba pero a la defensiva, y apenas podía repasar con Romney números que eran bastante negativos en aspectos de desempleo y crecimiento de la deuda trillonaria norteamericana.
Obama lucía cansado y hasta quizo evitar la confrontación en algunas circunstancias, sugiriendo al periodista Jim Lehrer (que oficiaba de coordinador del debate) que “se pase a otro tema”. Romney pedía y pedía la palabra, le rebatía los puntos a Obama y lo paseaba por todo tipo de temas, en los cuales Romney creía que Obama no hacía lo suficiente para generar más empleo.
En la CNN finalizado el debate, el público votó y dijo que 67 % de los televidentes vieron a Romney como ganador y a Obama en un 25 %. El resto pensaría que hubo un empate. Pero si en la misma CNN que lleva alguna tendencia más liberal éstas eran las cifras, ni imaginemos lo que pensaba la conservadora cadena FOX, la que por supuesto apoya a Romney.
En resumen: pésima noche para Obama. Sabíamos que Romney iba a ser muy agresivo porque está unos puntos abajo en las encuestas. Lo que nunca imaginamos fue a un presidente defender su presidencia con tan poca pasión ayer a la noche.