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Con normalidad, Venezuela vota por presidente

El presidente Hugo Chávez se enfrenta con el joven candidato Henrique Capriles en los comicios que ponen en vilo a toda América latina

CARACAS.- Más de 18 millones de venezolanos definen hoy el futuro de su país en el comienzo de la elección presidencial que enfrenta a Hugo Chávez con el joven Enrique Capriles, que impulsa el cambio del modelo socialista sostenido por el actual presidente durante los últimos 14 años.

Los más de 13.800 centros electorales empezaron a abrir a las 6 de mañana. Desde esa hora, largas filas de gente empezaron a formarse en los colegios de este país, donde la participación en los comicios es tradicionalmente muy elevada, en torno al 75% del censo.

«Hay una masiva participación», informó la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, precisando que la jornada se desarrolla sin incidentes.

Unos 18 millones de venezolanos están llamados a votar hasta las 18 o hasta que haya personas esperando en los centros, custodiados por casi 140.000 militares.

Los aspirantes a la presidencia ya emitieron su voto y dialogaron con la prensa. Ambos pidieron esperar a que se conozcan los resultados, celebraron la gran afluencia en la votación y admitieron que reconocerían una victoria de su oponente.

«Reconoceremos los resultados sean cuales fueren», dijo Chávez, al tiempo que pidió que la jornada finalice «en paz».

Por su parte, Capriles se mostró optimista y pidió que los resultados se conozcan con rapidez. «Una vez cerrado el proceso, en un par de horas deberíamos tener el resultado», afirmó.

El oficialismo se movilizó desde la madrugada con su tradicional toque de diana por todo el país. Su estrategia es asegurarse de que funcione su campaña 1×10: cada responsable debe encargarse de velar porque diez personas voten.

La oposición en cambio ha pedido el uno más dos: todo aquel que votó en sus primarias de febrero debe convencer a otras dos personas de apoyar a Capriles.

Chávez pide el triunfo para profundizar su revolución socialista y confía en que las clases populares, que se benefician de los programas sociales financiados por la renta petrolera, vuelvan de nuevo a apoyarlo en las urnas.

En el poder desde hace casi 14 años, el presidente intensificó su campaña en las últimas dos semanas, pidiendo el voto de los indecisos, que a la luz de las últimas encuestas podrían ser decisivos.

De ganar, Chávez lo haría, según el promedio de encuestas, con poco más del 50% de las intenciones de voto. Es decir, sería su resultado más bajo en las cuatro elecciones en las que se postuló al cargo más alto del país. En 2006, Chávez terminó por imponerse con el 63% de los votos frente al 37% del candidato opositor, Manuel Rosales. Pocos le auguran hoy un resultado tan generoso.

Las encuestas han sido uno de los temas más discutidos de esta campaña electoral, que cerró el jueves luego de tres meses en los que Capriles recorrió 300 localidades y durante la cual se mostró mucho más enérgico que su rival. No es para menos, pues Chávez fue sometido, en poco más de un año, a tres cirugías en La Habana para extirparle un cáncer que nadie sabe a ciencia cierta si al fin y al cabo se esfumó.

La mayoría de los estudios coincide en que Chávez, que anoche, a pesar de la veda, dio una conferencia de prensa, lograría la reelección con una ventaja de entre 2 y 20 puntos, aunque esta última cifra no es tomada muy en serio ni por sus seguidores. Otros dos estudios dan empate técnico o vaticinan un triunfo de Capriles con entre 0,8 y 5 puntos de diferencia.

La sensación en los dos bandos es que será un resultado cerrado. Por eso los candidatos se esforzaron por atraer a los indecisos, que son entre un 14 y un 20% del electorado. Y por eso circularon en los últimos días rumores de fraude y de violencia, todo mezclado en un clima de aparente calma, pero que trasuntó nerviosismo, con miles de personas pertrechándose de comidas enlatadas en previsión de disturbios.

Anoche, en la conferencia, Chávez llamó a levantarse «al toque de diana» y salir a votar temprano. y añadió: «Nos debemos preparar anímicamente para aceptar el resultado. No se le va a acabar el mundo a nadie.»

Chávez, de 58 años, se ha esforzado en los últimos meses en proyectar una imagen revitalizada después de que un cáncer, detectado en 2011 y cuya ubicación nunca reveló, le obligara a pasar largos períodos apartado de la escena pública.

Antaño hiperactivo, omnipresente y muy hablador, el mandatario, al frente del país con las mayores reservas de crudo mundiales e influyente actor en América latina, afirma que está curado, pero también ha advertido de que ya no es un «caballo desbocado».

Dieciocho años menor, Capriles se ha dejado ver en pleno derroche de energía visitando más de 300 pueblos en los últimos meses con el propósito de demostrar que representa una nueva forma de hacer política, próxima a la gente y preconizando un modelo inspirado en el brasileño -que concilie los sectores público y privado-, frente al desgaste del chavismo.

Los resultados de estas elecciones serán anunciados por el CNE en la noche cuando la tendencia sea «irreversible». Está prohibida la publicación de sondeos a boca de urna, aunque el propio organismo electoral ha admitido que las redes sociales escapan a su regulación.

Por su parte, los partidos políticos desplegaron casi 200.000 testigos capacitados para hacer un conteo de las actas en los centros electorales.

El sistema electoral está 100% automatizado y una máquina de autenticación identificará mediante huella dactilar al votante para reforzar la seguridad del voto.

En el extranjero, donde están llamadas a votar unas 100.000 personas, el sufragio es manual y en algunos países como España cientos de ellas ya habían empezado a votar.

Agencias AFP y EFE .