Del agua, todavía, hay chances de que llegue una medalla para la Argentina. Porque así como en su momento Camau Espíndola mantenía viva la llama olímpica en los argentinos, con cada una de sus participaciones en los Juegos, los herederos de esa bandera del Yachting son hoy Lucas Calabrese y Juan De La Fuente, que tuvieron un lunes impresionante en la categoría 470 y, con dos segundos puestos, se abrazan a la chance de clasificación para pelear por medallas.
En el anteúltimo día de competencia ordinaria, por la séptima y octava regata, los argentinos tuvieron una mañana-tarde impecable en Weymouth y Portland. Entraron las dos veces en segundo lugar, primero detrás de dupla británica Luke Patience y Stuart Bithell (a diez segundos), y luego escoltando a los croatas Sime Fantela e Igor Marenic (a seis). Lo que los metió en el cuarto puesto de la general, igualando ese escalón con el dúo italiano (Zandona y Zucchetti), ambos con 46 puntos. Eso si, están lejos de los ingleses (17) y neocelandeces Belcher y Page (16). La pelea, hoy, es por el bronce.
A los argentinos les queda un día de competencia, este martes, cuando se correrán las últimas dos regatas, y allí se definirá si quedan entre los diez primeros, que el jueves participarán por la Medal Race, que puntúa doble y podría lograr lo que la dupla se propuso como objetivo de máxima: subirse al podio.