Los científicos dirán que no lo merecen, pero todos querrán ganar el Premio Nobel por descubrir el bosón de Higgs, apodada “partícula de Dios”. ¿Quién se merece el premio?
Los premios Nobel sólo se dan a un máximo de tres personas. Esta regla es algo demodé, pues en el siglo 21 la ciencia se realiza de manera colectiva.
El hallazgo del bosón de Higgs es un ejemplo. Sólo en el CMS, uno de los dos detectores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) donde se detectaron serios indicios de esta partícula, trabajan más de dos mil científicos (argentinos incluidos). En el Atlas, el otro detector del LHC de la Organización Europea de Investigación Nulear (Cern), intervino un número similar de investigadores.
Pero en lo que es un clásico de la ciencia de primer mundo, los estadounidenses ya cantaron primero el descubrimiento, antes que los europeos. Investigadores del Tevatrón (el colisionador de Hadrones de EE.UU.) aseguran haber detectado señales del bosón de Higgs al analizar los últimos resultados de las colisiones producidas antes del cierre definitivo de este gigantesco aparato.
En ese rincón la “lucha” entre físicos experimentales. Pero quizás “don Nobel” decida premiar a los físicos teóricos que imaginaron la existencia de esta partícula hace varias décadas.
Allí tampoco está claro quién se lo merece, aunque es número puesto el británico Peter Higgs. Además de él, otros cinco científicos publicaron trabajos en el mismo sentido con meses de diferencia en 1964.
Los primeros en publicar fueron Robert Brout (muerto y descartado para el premio) y François Englert, de la Universidad Libre de Bruselas, en agosto de ese año.
Luego, en septiembre y octubre, Higgs publicó dos trabajos. En el último texto menciona por primera vez la existencia de una partícula. En 1972, se le dio el nombre de bosón de Higgs.
Otros tres científicos publicaron en noviembre: Dick Hagen y Gerry Guralnik (de EE.UU.) y el británico Tom Kibble.
Los físicos estadounidenses, experimentales y teóricos, ya se quejan porque los europeos los quieren dejar afuera de la conquista.
Parece en una pelea mediática de vedettes y en parte lo es. Todos quieren fama, pero también dinero. Y el dinero solo va para los ganadores. ¿A quiénes coronará la historia como los padres de la “partícula de Dios”?