José Manuel de la Sota, gobernador de Córdoba, criticó hoy las restricciones impuestas por la AFIP para las operaciones cambiarias e ironizó al respecto que “es más fácil sacar un documento de cambio de sexo que comprar dólares”.
El mandatario cordobés, así como el bonaerense Daniel Scioli, está haciendo malabarismo para manejar el presupuesto de su provincia, pagar las cuentas públicas a tiempo y tapar los baches que dejan la menor recaudación fiscal, la caída del consumo y la llegada de fondos coparticipables desde el gobierno nacional. Hasta estuvo a punto de avanzar con la generación de una cuasimoneda junto a su par de la provincia de Buenos para afrontar pagos a empleados públicos y proveedores del Estado provincial.
Por eso, porque también padece las políticas de CFK que están complicando la marcha económica, la inversión productiva y la actividad comercial, no se calla sus opiniones. “Cuando hay problema para comprar dólares es porque algo no está bien”, disparó De la Sota, el primer gobernador que sale públicamente a cuestionar la política del gobierno nacional en el mercado de cambios.
En diálogo con Canal 12 de Córdoba, De la Sota, como un auténtico cordobés, apeló al humor y dijo que para adquirir la divisa extranjera “te piden hasta la vacuna antivariólica de la abuela” y consideró que “es más fácil sacar un documento de cambio de sexo que comprar dólares”.
Desde mayo es prácticamente imposible comprar dólares al cambio publicitado en casas de cambio o bancos, lo que impulsó al mercado ilegal, paralelo o “blue”, que no respeta los valores de la divisa que fija el Banco Central y cada día ensancha más la brecha con el oficial: hoy llegaron a realizarse operaciones en “cuevas” o por fuera del sistema controlado a $ 6,60 por dólar.
El dólar paralelo saltó hoy 24 centavos (3,8%, con relación a ayer), hasta un promedio de $ 6,55 para la venta. Ese valor es un 43% más caro que el ofrecido en bancos y casas de cambio de la city porteña, donde subió medio centavo y cerró a $ 4,58 pesos para la venta, según la cotización oficial.
Cada vez que alguien compra dólares en el mercado paralelo o ilegal, convalida el valor pactado, que cada vez se aleja más del fijado por el Banco Central y que, con el correr de los meses, presiona a que el Gobierno siga con la actual devaluación en cuentagotas. Esto último, además de las restricciones a la compra y la pesificación forzada de ciertas operaciones, están generando un círculo vicioso que presiona el valor de la divisa hacia arriba y, al mismo tiempo, genera inflación y caída del poder de compra de los salarios.
Seguramente, en eso piensa De la Sota cuando se queja de las restricciones.
Fuente: FORTUNAWEB