(Buenos Aires, 24 de junio de 2012) – Los investigadores del homicidio de Marianela Rago Zapata, la estudiante de periodismo que en 2010 fue apuñalada y degollada en su departamento Balvanera, analizan nuevamente toda la evidencia recolectada en la escena del crimen para intentar encontrar más rastros del asesino.
A días de cumplirse el segundo aniversario del asesinato, la causa tiene nueva jueza pero ningún nuevo sospechoso o nueva prueba que permita reforzar alguna de las hipótesis que se analizan desde el inicio de la investigación.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la jueza Karina Mariana Zucconi, quien asumió a fines del año pasado la titularidad del Juzgado de Instrucción 15 porteño donde está radicada la causa, decidió darle un nuevo impulso a la pesquisa desde el ámbito pericial y científico.
La magistrada mandó a analizar todas las evidencias secuestradas en el departamento de la víctima tanto el día del hallazgo del cadáver, como otras que fueron recolectadas cuatro meses más tarde cuando se realizó una exhaustiva inspección ocular del lugar.
Los principales elementos que están siendo analizados son un recorte del sector de la alfombra del living donde Marianela fue encontrada asesinada, las ropas de la víctima, sábanas, almohadas, almohadones y unas manchas levantadas en una pared.
Este trabajo, que ya lo había hecho en su momento el Laboratorio Químico de Policía Federal, ahora está en manos de peritos judiciales del Cuerpo Médico Forense.
«Hay una pila de manchas por peritar que en su momento no fueron analizadas. Estamos intentando encontrar más ADN del asesino», dijo a Télam uno de los investigadores.
Es que el perfil genético del presunto asesino quedó en manchas de sangre de dos dedos estampadas por transferencia en el jean de Marianela cuando, según se cree, el homicida pudo haberse cortado mientras apuñalaba con saña a la víctima.
Al analizar esa sangre, los peritos encontraron ADN de un hombre cuya identidad se desconoce.
Con los nuevos análisis de ADN mitocondrial -que se están haciendo en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires-, los pesquisas intentan encontrar más de ese perfil genético o el de otras personas.
«Si el asesino se cortó como todos sospechamos, no puede ser que no hayamos encontrado un goteo y otra mancha en otro sitio de ese departamento», dijo a Télam otro de los investigadores del caso.
La fiscal de la causa, Marcela Sánchez, insiste con tener suficientes indicios para sospechar que el crimen de Marianela fue un femicidio cometido por Francisco «Pancho» Amador López (25), el ex novio que fue apuntado por la familia de la víctima por su pasado violento con la chica y que estuvo 14 días preso pero fue liberado por falta de pruebas.
Lo cierto es que Amador López cuenta en el expediente con dos elementos contundentes a su favor: no pueden situarlo a la hora del hecho en la escena del crimen porque demostró que esa noche salió con otra chica y su perfil genético no coincide con el ADN hallado en el pantalón de la víctima.
El abogado de Amador, Rodolfo Bembihy Videla, aseguró a Télam que espera el resultado de todas las nuevas pericias para que la jueza Zucconi le dicte el sobreseimiento definitivo a su cliente.
En tanto, los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal continúan investigando cómo llegó el chip del celular Marianela a manos de Isidro Martínez Larrea, un empleado de limpieza de la línea 132 que fue el segundo detenido que tuvo la causa en marzo del año pasado.
Martínez Larrea fue desvinculado del homicidio cuando su ADN tampoco coincidió con el de la sangre del jean de Marianela, pero quedó imputado por encubrimiento (del robo del celular) cuando con ese chip, que dijo haber encontrado mientras limpiaba un colectivo en la terminal de Flores, hizo una llamada a Paraguay.
Los investigadores policiales tampoco descartan que la mañana del crimen Marianela haya sido interceptada en la calle por algún delincuente cuando llegaba a su casa -según los estudios, bastante alcoholizada-, desde el boliche de Palermo donde pasó la noche.
«No podemos descartar el homicidio en ocasión de robo. Recordemos que el asesino se llevó una laptop, un DVD y el celular de la víctima y el de su hermano», explicó a Télam una pesquisa policial.
Además, Homicidios nunca dejó de investigar al entorno y los ámbitos donde se movía Marianela, por lo que siguen en la mira algunos conocidos, contactos y hábitos que tenía la víctima.
Marianela (19) fue asesinada la mañana del domingo 27 de junio de 2010, en su departamento 7mo. «A» de la calle Tucumán 2080, en el barrio porteño de Balvanera, donde llegó tras haber pasado la noche con amigos en un boliche de Palermo.
La autopsia determinó que la joven estudiante de periodismo, oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande, fue brutalmente golpeada y apuñalada, sufrió una asfixia incompleta y finalmente fue degollada con tanta saña que quedó prácticamente decapitada.
Fuente: Télam