Ambos proyectos, que tienen dictámenes de comisiones, quedaron relegados en la labor de la Cámara por el tratamiento de la expropiación a Repsol de la mayoría de sus acciones en YPF, que con urgencia envió el Poder Ejecutivo al Congreso a mediados de abril.
En tanto, hasta el fin de semana prácticamente no se preveía actividad en la Cámara de Diputados, que el jueves tras dos jornadas de debate convirtió en ley la recuperación del control estatal en la petrolera.
Fuentes del Senado recordaron que el martes, al mediodía, se realizará una reunión de la comisión de Labor Parlamentaria en la que los presidentes de bloques decidirán los temas que entrarán en la sesión de tablas del día siguiente.
En abril los senadores de dos comisiones firmaron un dictamen de mayoría a favor del proyecto de ley de «Identidad de Género», que contempla que toda persona «tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género, tal como cada persona la siente», corresponda o no con «el sexo asignado al momento del nacimiento».
El texto, que si no recibe cambios en el recinto quedará convertido en ley como salió sancionado de Diputados, permite también que toda persona pueda solicitar la rectificación registral del sexo y el cambio de prenombre e imagen «cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida, sin necesidad de ningún trámite judicial o administrativo».
Considera también que los mayores de 18 años de edad puedan acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, «sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa».
El proyecto establece que los centros públicos de salud, sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, deberán garantizar en forma permanente los derechos que la ley reconoce y exige que «todas las prestaciones de salud contempladas en el presente artículo quedan incluidas en el Plan Médico Obligatorio, o el que lo reemplace, conforme lo reglamente la autoridad de aplicación».
En apoyo a esa iniciativa, la Comunidad Homosexual Argentina se manifestó hoy con banderas en la puerta del Congreso nacional.
En el caso del proyecto de «Muerte Digna», que junto al de «Identidad de Género» fue tratado en la Cámara baja al filo del cierre del período de sesiones ordinarias del año pasado, obtuvo dictamen favorable de comisiones el 10 de abril.
El texto con media sanción reconoce que «el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, así como también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad».
La iniciativa indica que el paciente terminal puede rechazar procedimientos, cirugías y «medidas de soporte vital, cuando sean extraordinarias o desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría» pero lo obliga a expresar su postura al facultativo, quien antes lo habrá informado sobre su real estado de salud, los tratamientos a realizar y sus consecuencias.
También se establece que, en caso de que el paciente se vea impedido de dar su consentimiento, serán sus familiares o los responsables legales quienes deberán hacer conocer la decisión de prolongar la agonía por medios artificiales.
Esta norma no implica la legalización de la eutanasia ni el suicidio asistido, que sería facilitar la muerte del paciente.