Los ex presidentes del Banco Central Alfonso Prat Gay y Martín Redrado advirtieron hoy sobre una posible recesión y una «caída en el nivel de actividad» por la restricción a la compra de dólares impuesta por el Gobierno (ver informe Qué hay detrás del control del dólar).
En tanto, esta semana se pondrán en marcha los nuevos controles de la Afip sobre los contribuyentes que adquieren paquetes de viajes al exterior a través de operadores turísticos.
Prat Gay, diputado nacional por la Coalición Cívica, alertó que los precios «van a empezar a ajustar» al valor del dólar paralelo en lugar del oficial, si se mantiene unas semanas más el «grifo» sobre la compra de la divisa norteamericana.
Además, señaló que con esta medida y el «cerrojo» a las importaciones, el gobierno va a «empujar a la economía hacia una recesión».
Prat Gay fustigó el hecho de que «un gobierno que se dice progresista está llevando la economía a la recesión solamente para poder pagarle a los bonistas internacionales».
Redrado. En la misma sintonía, Martín Redrado aseguró el país va «camino a una fenomenal caída del nivel de actividad y a bolsillos más flacos en todos los argentinos».
Coincidió en que es un «momento para esperar» y aconsejó «cuidar el peso» y no «gastar de más».
«Es un momento más para esperar porque con una situación con un dólar paralelo como la tenemos ahora, indudablemente va a llevar a más restricciones, y eso va a llevar a caídas en el nivel de actividad. Por lo tanto, es también para prepararse, a cuidar a mucho el peso que ingresa por nuestro salario, a no gastar de más, porque si el gobierno no protege nuestro bolsillo, lo tenemos que proteger cada uno de los argentinos», recomendó el economista.
El también árbitro de la Organización Mundial de Comercio dijo que «cuando hay polvareda en la economía, lo mejor es esperar hasta que esta se asiente, a menos que haya una urgencia para comprar y vender algo, lo mejor es esperar».
A su criterio, «el dólar paralelo vino para quedarse. Habrá que ver en que niveles de acuerdo a como maneja el gobierno la política cambiaria que hasta ahora ha estado desconectada del resto de la política económica».