Publicado en

Un caballito de batalla con la marca Movistar

Se llama Class y es el segundo equipo que lleva la marca de esta operadora de telefonía celular. Los pros y los contras

Por estos días estuve probando el Movistar Class. Es un equipo raro no por su configuración (que no tiene nada inusual), sino porque se vende en nuestro país con la marca Movistar, algo relativamente común en otros países, pero que aquí no tiene muchos exponentes.

Movistar ya tenía otro smartphone de marca propia; como aquél (y como el Personal Touch) el equipo está diseñado y fabricado por ZTE, y es conocido como Libra en su denominación original.

En este caso se trata de un smartphone con Android 2.2.2, que la operadora vende a 569 pesos, con planes Full y Control. Por ese precio no puede esperarse un equipo de muy alta gama, y el Class ciertamente no lo es.

Pero esto no debe verse como una verdadera limitación; el equipo está dirigido a quienes busquen un dispositivo relativamente económico.

¿Qué se obtiene por ese precio? Un móvil con un procesador a 600 MHz, 512 MB de RAM (167 MB disponibles después de prender el equipo, según pude ver) y 122 MB de almacenamiento interno libre para aplicaciones, además de una ranura para tarjetas microSD.

La pantalla táctil, de 3,5 pulgadas, es capacitiva (de vidrio) y tiene buena respuesta al tacto, además de ofrecer multitoque, para hacer el clásico gesto de pinzas para el zoom en una foto. En esto se diferencia de lo que ofrecen sus primos más económicos, que usan una pantalla resistiva. La resolución del display LCD es de 800 x 480 pixeles, y su calidad es adecuada.

El tamaño de la pantalla, la estructura de plástico y la batería de 1250 mAh le dan un buen tamaño (115 x 57 x 12,5 mm), por lo que el equipo es cómodo para llevar en la mano. En el frente tiene tres botones físicos que sobresalen; dos, el de Inicio y Opciones, agrupados, y el tercero (Atrás) separado de los otros dos. Su movimiento es correcto y de buena reacción.

La cámara digital, de 3,2 megapixeles, es inesperadamente decente, aunque no ganará premios por su calidad. Con todo, la popularidad de Instagram, como ilustra la nota de abajo, permite esconder las limitaciones de una cámara con filtros de imagen.

El Movistar Class tiene radio FM y una versión de Android sin agregados que modifiquen la interfaz gráfica que propone Google para el equipo. Esto le permite funcionar sin mayores inconvenientes con el procesador que tiene, que no es de los más veloces, aunque tampoco tiene mucho resto para tareas intensivas en lo computacional (como juegos de gran realismo, por ejemplo).

Pero de nuevo: para el tipo de usuario al que apunta este equipo (no un gamer ni un adicto a la tecnología) el hardware debería alcanzar. Es un caballito de batalla, y no un auto deportivo.

Aun así ofrece conectividad 3G y Wi-Fi, y también la posibilidad de usar el equipo como módem, sea con un cable USB o transformándolo en un hotspot Wi-Fi portátil, algo relativamente inusual en dispositivos de este porte. Además tiene GPS y conectividad Bluetooth. Muchos usuarios verán con agrado que, además del teclado Qwerty convencional, ofrece uno tipo T9, con tres letras por tecla virtual, al estilo de los celulares tradicionales.

Me pareció un teléfono decente, más allá de que la batería le da una autonomía algo limitada. Si el presupuesto lo permite sería ideal invertir en un equipo con un procesador un poco más potente, pero por su precio no es una mala alternativa.

Por Ricardo Sametband  | LA NACION