A casi un año de la tragedia del avión de Sol que cayó en Cerro Negro, Paraje Prahuaniyeu, en la Línea Sur de Río Negro, la Corte Suprema de Justicia confirmó que los restos óseos encontrados en una fosa pertenecen a pasajeros que iban a bordo.
El hallazgo se produjo a 150 metros del lugar donde cayó la nave 5428 de la línea aérea nacional el 21 de mayo de 2011, que dejó 22 víctimas fatales.
Los restos de los fallecidos en la tragedia estaban dentro de un pozo, y se investiga si éste fue cavado intencionalmente con la intención de ocultar el material óseo.
Las familias ya fueron notificadas de la situación, y expresaron su dolor y bronca por los errores en la investigación. A partir de la fecha en que fue confirmada la noticia, tiene quince días para retirar los vestigios.
En agosto de 2011, cuatro meses después de la tragedia, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas de Argentina (APLA) denunció el «ocultamiento deliberado de restos humanos y piezas del avión», en un pozo donde se hallaron entre otras cosas las luces de emergencia de la nave.
Según explicaron el pozo donde se produjo el descubrimiento fue cavado de manera intencional, en una zona cercana al lugar del accidente.