Mohamed Merah, buscado por las autoridades francesas por el asesinato de siete personas en el suroeste del país, falleció durante un enfrentamiento con las autoridades mientras se resistía al arresto.
Disparos y explosiones fueron escuchados durante la operación, en la que resultaron heridos al menos dos policías.
La policía lo acorraló en un bloque de apartamentos en Toulouse después de los tiroteos, en los que en distintas acciones murieron tres soldados, un rabino y tres niños.
Merah fue calificado por los medios como un «terrorista», ya que mencionó estar relacionado con la red de terrorismo Al Qaeda, aunque no se sabe con seguridad si pertenecía o no a ésta organización paramilitar.
El «asesino de Toulouse» había mantenido en vilo a toda Francia durante días. Incluso, el Presidente galo Zarkozy se había acercado a las inmediaciones donde el prófugo se refugió para alentar los operativos policiales.