Voceros de la autoridad monetaria se expresaron en estos términos después de que la presidenta Cristina Kirchner anunciara el envío de una propuesta oficial al Parlamento de la Nación para poner «punto final a la normativa, que data de 1991 y se mantiene vigente, más allá de que en 2002 un peso haya dejado de ser equivalente a un dólar.
El Banco Central indicó que el proyecto de ley del Gobierno busca modificar tanto la Carta Orgánica de esa entidad como la Ley de Convertibilidad, aunque en este último caso, se mantendrán sin cambios los artículos que prohíben la indexación de precios, impuestos, deudas y tarifas.
Se trata de los apartados 7 y 10 de la norma, los cuales «no son objeto de cambios» en la iniciativa que promueve el Ejecutivo nacional.
De este modo, el Gobierno busca darle más poder de regulación al Central sobre las entidades financieras, aunque en caso de prosperar el proyecto de ley, también podrá disponer con mayor facilidad de las reservas del banco.
Sucede que el kirchnerismo busca eliminar de la norma una cláusula específica sobre convertibilidad, que permitirá que el Central ya no esté obligado a respaldar la base monetaria con reservas, las que -por ende- quedarían liberadas en su totalidad.
Si bien la decisión de cómo usarlas recaería en el directorio de esa entidad, referentes de la oposición salieron este viernes a criticar la iniciativa oficial.
El ex presidente del Banco Central Martín Redrado advirtió que el Gobierno pretende «tocar» las reservas de ese organismo «porque se quedó sin plata».
«Cuando tocamos al Banco Central es porque nos quedamos sin plata. Se acabaron las reservas de libre disponibilidad, ahora van por todas las reservas», sostuvo, y agregó: «El sueño terminó».
«Gastamos los ahorros en La Cámpora, en más gasto público, en Aerolíneas Argentinas y en cada vez más gasto improductivo», insistió el ex funcionario.
En medio de los cuestionamientos, el senador nacional por el kirchnerismo Aníbal Fernández defendió la propuesta, al sostener que el Banco Central necesita «tener más facultades» para preservar la «estabilidad monetaria y fiscal, la producción y la economía real».
«Hoy tenemos un sistema financiero solvente y hay que seguir mejorando esa solvencia», dijo el ex jefe de Gabinete.
Recordó a su vez que la Presidenta, en su discurso ante la Asamblea Legislativa, dijo que «había que garantizar no solo el control de la moneda, sino también las posibilidades de preservar además de la estabilidad monetaria, la estabilidad fiscal, la producción y la economía real».
«El objetivo es que el Banco Central, que va a seguir siendo autónomo, tenga la facultad de orientación de crédito como ocurrió con los créditos del Bicentenario. Se busca dotarlo de más facultades, pero no para invertir en el sector público», enfatizó.
A su criterio, «la política económica, de características heterodoxas, ha tenido marcos ortodoxos, como por ejemplo el cuidado de los superávit gemelos, tanto el fiscal como el comercial, y la acumulación de reservas que ha sido una constante en esta gestión».
En el proyecto que impulsa el Gobierno, también «se mantienen inalterables otras prescripciones, como la inembargabilidad de las reservas» del Banco Central.