Luiz Inacio Lula da Silva, quien desde octubre pasado se trata contra un cáncer de laringe, «fue evaluado hoy (sábado) en el hospital Sirio Libanés en San Pablo con queja de pérdida de apetito y fatiga«, indica el boletín médico, difundido en el sitio web del centro asistencial. Lula «entró caminando» al hospital donde realiza su tratamiento oncológico, después de pasar doce horas sin alimentarse adecuadamente como consecuencia de un cuadro de deshidratación, declaró a periodistas la Asesoría de Prensa del Instituto Cidadanía, fundado y dirigido por el ex mandatario.
Los médicos constataron «apenas presencia de inflamación de la mucosa de la laringe y esófago, consecuencia de la radioterapia» que inició en enero y que apunta a erradicar por completo un tumor en la laringe detectado en octubre. El cuadro de deshidratación se debió a una reacción que tuvo con el suero por el que recibe la medicación que complementa su tratamiento de radioterapia.
«El estado de salud del ex presidente es bueno y no hay alteración del plano de tratamiento de radioterapia», indicó el texto. Sin embargo, los médicos optaron por hospitalizar al carismático ex mandatario «para observación e intensificación de las medidas de soporte nutricional, fisioterapéuticas y fonoaudiológicas».
Según la prensa, Lula permanecerá en el Hospital Sirio Libanés hasta el lunes.
El ex presidente, de 66 años, realizó en diciembre una tercera ronda de quimioterapia en esa institución -la misma en donde trataron el cáncer la ahora presidente de Brasil Dilma Rousseff y el mandatario paraguayo Fernando Lugo-. Según sus médicos, el tratamiento redujo el tumor canceroso en un 75%, descartando la opción quirúrgica. Tras la quimioterapia, comenzó una serie de sesiones de radioterapia, acompañadas por una quimioterapia complementaria más leve.
El ex gobernante esperaba la autorización médica para poder desfilar el próximo 19 de febrero durante el carnaval de San Pablo con la escuela de samba Gavioes da Fiel, formada por hinchas organizados del club Corinthians y que este año homenajea a Lula con el tema de las comparsas, carrozas, disfraces y cánticos.
Además, tenía prevista una reunión este mismo sábado con el presidente venezolano Hugo Chávez -a quien también se le diagnosticó cáncer en junio del año pasado, aunque asegura ya estar plenamente recuperado- que debió ser cancelada por su estado de salud. Fue el propio Chávez quien lo anunción el miércoles, con estas palabras: «Él está ahorita pasando unos días duros con ese tratamiento, que a veces quema, inflama, y entonces para comer le cuesta un poco». «De ésta no se va a morir, estoy seguro. Sin embargo, está en tratamiento y, bueno, el viaje no lo voy a poder hacer porque él tiene que descansar (…) porque está recibiendo la radioterapia», agregó el mandatario y para cerrar con un mensaje de aliento: «Lula, compañero, te acompañamos en el corazón. Saldrás adelante hermano, y pronto nos veremos».
Ex tornero mecánico y sindicalista, Lula fue el primer presidente de izquierda en la historia de Brasil, que dirigió entre enero de 2003 y diciembre de 2010 y salió con un récord de 80% de popularidad tras dos mandatos consecutivos de gobierno.