La sentencia entierra prácticamente la carrera en la magistratura de Garzón, un hombre que puso contra las cuerdas al dictador chileno Augusto Pinochet y decenas de represores argentinos.
La acusación había solicitado entre 10 y 17 años de inhabilitación por haber vulnerado su derecho de defensa al haber intervenido las comunicaciones en prisión entre algunos abogados del «caso Gürtel«, trama vinculada al Partido Popular (PP, centro-derecha) y sus clientes.
Garzón dijo durante el juicio celebrado en el Tribunal Supremo el mes pasado que ordenó intervenir las conversaciones al considerar que podría existir connivencia entre los abogados y sus clientes para esquivar del alcance de la justicia española «millones de euros» ocultados en el extranjero.
El juez español, de 56 años que en el llamado caso «Gürtel» destapó una trama de corrupción en la administración pública aún espera la sentencia en el juicio que finalizó el miércoles por su investigación de los crímenes del franquismo.