Convocados por los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, miles de españoles coparon las calles de Madrid y de otras 56 ciudades manifestar su rechazo a la reforma laboral aprobada por el gobierno. Los gremios aseguran que la nueva norma que, entre otros puntos facilita y abarata los despidos, sólo «acelerará la destrucción de empleos».
Los manifestantes -que fueron convocados por los sindicatos mayoritarios UGT y Comisiones Obreras (CCOO)- atravesaron el centro de Madrid con pancartas con consignas como «no a la reforma laboral injusta, ineficaz, inútil» o «abajo la reforma y los recortes. Huelga general». Si bien la capital española es el epicentro de una jornada de protesta contra la reforma, también hay masivas manifestaciones en otras 56 ciudades españolas.
En Madrid, los secretarios generales de la UGR y CCOO, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, aclararon que el objetivo de las movilizaciones no es confrontar con el gobierno, sino lograr que se «corrija» el contenido de la reforma laboral.
Además de contar con el apoyo de los sindicatos, las manifestaciones están respaldadas por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) –principal opositor—y por Izquierda Unida (IU).
Pese a las protestas, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió que la crisis económica en España «aún no tocó fondo» y que destacó que como «los problemas son extremadamente graves» las medidas que se tomarán para resolverlos «no serán agradables».
Rajoy, quien hoy fue reelecto como presidente de su partido, garantizó que el Gobierno hará lo que sea preciso con justicia, pero también «sin vacilaciones y sin perder un minuto». Ahora todos los esfuerzos se están dedicando, dijo, a «lo mas urgente y lo más desagradable: poner barreras a la destrucción», porque para reiniciar el ascenso hay que frenar la caída.
«¡Ojalá nuestra situación económica hubiera tocado fondo! No es así», se lamentó Rajoy, al tiempo que advirtió que «exige más sacrificios frenar el deterioro que construir».
El 11 de febrero pasado, el gobierno adoptó una reforma para flexibilizar el mercado laboral, que incluye la reducción de las indemnizaciones por despido y medidas para estimular el empleo entre los jóvenes. Esto se da en momentos en que España muestra cifras de desempleo récord.
Entre otros puntos, la reforma laboral establece un pago máximo de 24 sueldos de indemnización, en lugar de los 42 de actuales.