Según la emisora de la ciudad de Washington WTOP, el joven marroquí de 29 años quería disparar contra transeúntes y barajó ataques contra una sinagoga y un restaurante de la capital estadounidense frecuentado por personal militar.
De acuerdo con la versión de agentes de lucha antiterrorista, el sujeto llegó a visitar el comercio y hasta interrogó a empleados para saber las horas de mayor ocupación.
Finalmente, Khalifi optó por planear un atentado suicida en el Capitolio, sede del Congreso estadounidense, donde preveía acabar con la vida de una treintena de personas tras disparar contra los miembros de seguridad de la entrada e infiltrarse en el interior para detonar un chaleco bomba.
El joven fue detenido el viernes por agentes de la Oficina Federal de Investigación(FBI) cuando, supuestamente, se dirigía a cometer el atentado suicida.
El sospechoso, que residía en el estado de Virginia y estaba desempleado, estuvo controlado durante un año por agentes de seguridad que revelaron que el detenido intentó también fabricar explosivos caseros detonados a distancia con un teléfono móvil.
El marroquí creyó que había adquirido un arma y explosivos a una célula de Al Qaeda, pero el material era inservible y había sido provisto por agentes encubiertos.
Cuando fue arrestado en las cercanías del Capitolio, Khalifi llevaba el chaleco con explosivos y el arma, según los documentos sobre su investigación. Fue trasladado a un tribunal de Virginia para prestar declaración y las autoridades iniciaron una inspección de su domicilio en Arlington.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, el marroquí actuó solo y no está conectado con ninguna organización terrorista, aunque las autoridades llevaban tiempo investigándolo por sus puntos de vista «extremistas».