El Gobierno autorizó una suba en el precio de los pasajes aéreos de cabotaje que, en la mayoría de los casos, ronda entre el 18% y el 30%. El oficialismo aprobó el aumento, que comenzó a regir hoy, para que las compañías puedan compensar el alza en el precio del combustible. La resolución 23, que llevó la firma del secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, estableció que el precio de referencia para un viaje desde Buenos Aires a Córdoba pasará de 310 a 366 pesos y a Santa Fe, de 183 a 216 pesos.
El Gobierno autorizó un aumento de 18% para la mayoría de los precios de referencia y estableció un tarifa máxima que, en promedio, será 30% mayor a la que había en mayo pasado, cuando se anunció el último incremento. En esa ocasión se había informado un alza de 8%, que se sumó a otra similar en marzo. Así, las tarifas treparon en promedio 16% en 2011.
Ahora, el precio de referencia para un vuelo desde Buenos Aires hasta Córdoba será de $ 366 y no de $ 310, y la tarifa máxima que podrá cobrar una compañía para realizar este trayecto será de $ 768, mientras que antes era de $ 589. El ticket promedio para ir a Bariloche será de $ 651, mientras que antes era de $ 552, y el precio máximo trepará de $ 1.049 a $ 1.368. La tarifa de referencia para un vuelo a Salta pasará de $ 485 a $ 572. En algunos casos, las subas aprobadas fueron mayores . El precio del pasaje de referencia a Ushuaia crecerá 41,3% (de $ 469 a $ 663), mientras que a Comodoro Rivadavia trepará 54,6% (de $ 370 a $ 572).
A pesar que en algunos casos las alzas fueron superiores al 18%, la resolución 23 que se publicó ayer en el Boletín Oficial autorizó el incremento porque el precio del combustible JetA1 –el insumo básico en la estructura de costos del sistema aéreo– aumentó 18%. El Gobierno también aprovechó la norma para criticar a las compañías que se encargan de procesar este combustible porque tienen un poder de mercado que les permite obtener un “margen extraordinario” de $ 0,55 por litro de combustible. “Dicha situación es consecuencia de la alta concentración del mercado de combustible aeronáutico en el país para el cual existen sólo tres proveedores, configurándose una situación de abuso de posición dominante , lo que ha derivado en una asignación arbitraria de diferenciales en el precio del combustible, penalizando severamente la carga del mismo en el interior del país, afectando la operación de cabotaje de las empresas y generando un importante perjuicio para el Estado Nacional, las aerolíneas y los pasajeros”, manifestó el Gobierno en el Boletín.
No es la primera vez que el Gobierno cuestiona a las compañías que se encargan de producir este combustible. Cuando Cristina Kirchner retomó su actividad después de estar de licencia dijo que la mayoría del combustible se produce en el país salvo una “pequeñísima parte que importan, que creo que lo hacen para justificar que nos cobran precio internacional”. Y anticipó que Aerolíneas Argentinas destina 500 millones de dólares por este combustible.
Con el incremento de las tarifas, la compañía que ahora es administrada por el Estado estaría en condiciones más favorables para intentar revertir el déficit estructural que arrastra.