Las operaciones para sacar más de 2.300 toneladas de combustible de la nave y evitar la amenaza de un derrame de petróleo en la reserva marina circundante habían sido retrasadas inicialmente por la búsqueda de sobrevivientes y cuerpos, y se han mantenido por más tiempo debido al mal clima.
«Finalmente tenemos clima favorable y seguiremos bombeando durante la noche», dijo Bart Huizing de la empresa de salvataje holandesa SMIT, firma la cual los dueños de la nave le asignaron la tarea de manejar la remoción del combustible.
«El pronóstico del tiempo mostró al menos 4 o 5 días de buen clima, así que continuaremos con el bombeo 24 horas al día», dijo.
El departamento de Protección Civil de Italia dijo que la operación de vaciar 15 tanques de gasolina dentro de la nave tomaría 28 días, si el clima permanece calmo.
El buque de 290 metros se hundió cerca de la isla toscana de Giglio el 13 de enero después chocar con una roca que provocó un corte profundo en su casco.
Al menos 17 personas murieron y 15 siguen desaparecidas.
Los dueños de la embarcación culpan a su capitán, Francesco Schettino, de causar el accidente.
Schettino está bajo arresto domiciliario, y enfrenta cargos por homicidio múltiple y por abandonar el barco antes de completar la evacuación de más de 4.200 pasajeros y tripulantes.