Un bebé masticó la cabeza de una serpiente en semihibernación, un peligroso pasatiempo del cual el reptil no salió ileso, informó el viernes su familia, habitante de una población árabe del norte de Israel.
Ghadir Aleeyan, madre del pequeño Imad, de 13 meses y seis dientes, aún no lo puede creer: «Le estaba preparando su biberón y al echarle una mirada, descubrí que tenía una serpiente en la boca. Me puse a gritar de terror», contó.
Alertados por sus gritos, otros miembros de la familia y varios vecinos acudieron, pero nadie se atrevía a intervenir, hasta que un vecino decidió sacarle la serpiente, que ya estaba medio muerta, y rematarla.
«Cuando se la sacamos de la boca, Imad se puso a llorar», contó Yasmin Shahin, tía del bebé, quien precisó que la cabeza de la serpiente había sido «seriamente mascada».
El bebé fue trasladado para ser sometido a un examen al hospital Ramban de Haifa (norte), donde los médicos comprobaron que la serpiente no le había picado.
Según el doctor Boaz Shacham, experto de la Universidad hebraica de Jerusalén, se trataba de una ‘hemorrhois nummifer’ -conocida como culebra corredora-, de la familia de las ‘colubridae’, una especie no venenosa, aunque de carácter agresivo, al menos cuando está despierta. «Si no mordió al bebé, es probablemente a causa del frío. En invierno, estos reptiles no son muy activos», explicó.