El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar aclaró que «no habrá fondos especiales» para los productores damnificados por la sequía.
Tras mantener un diálogo con la presidenta Cristina Kirchner, Yauhar pidió «bajar el dramatismo a toda esta situación que se está planteando», a pesar de que su segundo, el secretario de Agricultura, Oscar Solís, reconoció que la situación es «grave».
Yauhar intentó disminuir la intensidad de la alarma generalizada que existe entre los sectores agroproductivos en la vasta región afectada: «No hay que dramatizar con este tema de la sequía, porque si bien hay algunos lugares donde pudo haber pegado, vamos a ser muy puntuales, vamos a analizarlo».
El ministro explicó que «hay distritos que tienen riego que han tenido buena lluvia y otros que no», y que hay zonas donde «la producción se están llevando a cabo en forma relativamente normal».
Por eso agregó que no habrá «ayudas ni emergencias generalizadas», así que «si los muchachos se están haciendo algunas expectativas, desde ya, hoy tienen mi palabra que empiecen a bajar los decibeles porque vamos a llegar con ayuda muy puntual, realmente a quien lo necesite».
Respecto del maíz, argumentó que se cosecha a finales de marzo, abril y mayo, y que no le pueden pedir ayuda antes de esa fecha.
La Sociedad Rural Argentina, por su parte, ya hizo los relevamientos que presentará el jueves al Ministerio. Según los delegados, la provincia de Buenos Aires es la más afectada.
Provincia por provincia
La provincia de Buenos Aires es una de las más dañadas por la falta de lluvias, de acuerdo con un relevamiento dado a conocer hoy por la Sociedad Rural Argentina (SRA).
El informe será presentado por la entidad el próximo jueves en la reunión de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios que se realizará en el Ministerio de Agricultura.
La SRA precisó que en las localidades bonaerenses de General Villegas, Coronel Dorrego, Adolfo Alsina, Ameghino y Maipú, entre otras zonas, gran cantidad del maíz se perdió, la soja de primera está sufriendo y mucha de la de segunda no se pudo sembrar.
En La Pampa, como producto de la sequía y las altas temperaturas, las llamas consumieron más de 80 mil hectáreas, de las cuales 50 mil son de pastizales naturales y el resto de monte de Caldén.
«La verdad es que estamos necesitando lluvia porque la situación se hace insostenible», dijo el director de Defensa Civil pampeano, Gustavo Romero, y agregó que «con temperaturas por encima de 40 grados el trabajo de los brigadistas es titánico».
En Mendoza, algunas lagunas del sur de la provincia vieron disminuida su cantidad de agua por efecto de la sequía y las altas temperaturas, lo que ha provocado mortandad de peces.
En Entre Ríos, la situación también es crítica y consideran que si no llueve pronto será muy difícil remontarla. Al respecto, el delegado de la SRA, Abelardo Spektor, indicó que «en Gualeguaychú existen pérdidas del maíz del 50 al 100 por ciento».
El presidente de la Sociedad Rural de La Rioja, Domingo Gómez, calificó de «desesperante» la situación que vive la actividad ganadera por la sequía y alertó: «por la falta de pasturas, los animales se están alimentando con algarroba», es decir el fruto del árbol típico de la zona, el algarrobo.
Admitió que la situación podría empeorar porque si no hay lluvias suficientes, «no va a haber pasturas en el invierno».