Un ensayo clínico que mostró que los tratamientos antirretrovirales que se dan a los pacientes con VIH funcionan también para prevenir el contagio del virus fue nombrado el hallazgo científico más importante de 2011, según la revista Science.
En 2011 se demostró que los fármacos para tratar el VIH también reducen la tasa de contagio.
El estudio internacional dirigido por la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, puso fin al largo debate sobre si los fármacos antirretrovirales podían ofrecer un doble beneficio al tratar a los pacientes y al mismo tiempo reducir las tasas de transmisión.
La investigación, publicada en New England Journal of Medicine, encontró que los individuos contagiados con VIH que son tratados con estos fármacos tienen 96% menos riesgo de transmitir el virus a sus parejas sexuales.
Según Jon Cohen, de la revista Science, «este hallazgo no significa que sólo con tratar a la gente se pondrá fin a la epidemia».
«Pero combinados con otras grandes prevenciones biomédicas que han mostrado ser valiosas en ensayos clínicos amplios desde 2005, muchos investigadores ahora creen que es posible romper el curso de la epidemia en áreas específicas con el paquete adecuado de intervenciones», agrega.
La publicación nombra también otros hallazgos que se destacan como los más importantes de 2011 en el campo de la salud.
Uno de ellos fue una investigación publicada en Nature sobre los millones de microbios que habitan el intestino humano.
Los científicos del Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Heidelberg, Alemania, descubrieron que esta enorme comunidad de microorganismos puede agruparse en tres grupos o «ecosistemas» diferentes de flora intestinal.
Y el tipo de flora que posee una persona afecta la forma como el organismo absorbe nutrientes, procesa alimentos y se defiende de infecciones.
Según Science, este estudio «ayudó a clarificar la interacción entre la dieta y los microbios en la nutrición y las enfermedades».
Una prometedora vacuna contra la malaria probada en África, cuyos resultados fueron publicados en octubre en New England Journal of Medicine, es otro de los principales avances del año, según Science.
Los resultados preliminares de la inmunización, conocida como RTS,S, «han dado un impulso a la investigación de las vacunas de malaria», afirma la publicación.
«El estudio asegura a los investigadores de malaria, que están acostumbrados a amargas desilusiones, que es posible descubrir una vacuna efectiva de malaria».
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Y otro importante avance de 2011 en salud, según la revista Science, fue el de un experimento que logró retrasar en ratones síntomas de la vejez como arrugas, cataratas y desgaste muscular.
Los científicos de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, descubrieron que un tipo de células, llamadas senescentes, juegan un papel muy importante en el envejecimiento.
Con la edad, estas células se acumulan en el organismo porque dejan de dividirse y su eliminación puede ser la clave para ayudar a que la gente permanezca sana durante más tiempo cuando envejece, afirmaba el estudio publicado en Nature.
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El estudio mostró que los ratones a los que se les eliminaron estas células «agotadas» no vivieron más que los animales que no fueron tratados, pero sí vivieron mejor y más sanos.
«Esto ofrece a los científicos la esperanza de que con la eliminación de las células senescentes se pueden prolongar nuestros años dorados», afirma Science.