El primer ministro griego, Giorgios Papandreu, renunciaría a su cargo luego de la conformación de un gobierno de unidad nacional, según adelantaron fuentes del partido de gobernante, PASOK, a la cadena de noticias Sky. Por otra parte, funcionarios del gobierno, según reportó CNN; consideraron que Papandreu presentará la renuncia después del anuncio de la nueva coalición gubernamental.
La reunión del gobierno de hoy será la última con Papandreu como primer ministro, dijo un vocero.
El encuentro se centrará en la reunión del Eurogrupo de mañana lunes, en la cual Grecia será representada por el ministro de Economía, Evangelos Venizelos.
La Unión Europea elevó el domingo la presión sobre los políticos griegos para que alcancen un acuerdo sobre un Gobierno de coalición, exigiendo avances que lleven a la aprobación del rescate internacional del bloque durante las próximas 24 horas.
Anteriormente, la oposición conservadora ofreció cooperar en la formación de un Gobierno de unidad nacional que haría avanzar el rescate de la zona euro en el Parlamento, si es que Papandreou se aleja tras dos años en el poder mientras Grecia caía en la bancarrota.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, exigió a Grecia un Gobierno de unidad para restaurar la confianza, que se vio remecida por las dudas respecto a si Atenas se comprometerá con el paquete de rescate por 130.000 millones de euros.
La zona euro recordará a Grecia durante la reunión de mañana que no recibirá un centavo más si no se compromete a cumplir los ahorros prometidos y se pone a trabajar para reforzar su sistema financiero para evitar que la crisis se contagie a Italia.
Tras una semana de locura en la que la zona euro ha vuelto a estar a punto de saltar por los aires, los ministros de Finanzas de la Eurozona se reunirán en Bruselas.
La retirada del proyecto de referéndum del primer ministro griego Giorgos Papandreu, que pretendía consultar a la población sobre el segundo plan de rescate del país acordado el 27 de octubre, provocó el alivio de los socios europeos de Atenas, que dudaban de un resultado positivo de ese referendo.