(Río Grande, 18 de octubre de 2011) – El impulso a la industria tecnológica en Tierra del Fuego llevó al distrito a ser uno de los que más ha crecido en los últimos dos años, con una tasa de desocupación de las más bajas y un nivel de consumo elevado. Pero la contrapartida preocupa a los funcionarios: empleados de otros sectores dejan sus trabajos para ser operarios por los altos sueldos que pagan las fábricas. El caso más paradigmático es el de docentes que se pasan a ser trabajadores industriales. También, la provincia tiene una de las inflaciones más altas del país y una falta de infraestructura que ya está desacelerando el crecimiento.
La evolución de la industria tecnológica en Tierra del Fuego dinamizó la producción, la creación de empleo y el consumo, tras la decisión del Gobierno nacional de fomentar a este sector en la provincia, en 2009, para hacer frente a las importaciones. Este impulso triplicó la cantidad de puestos de trabajo en electrónica mediante los altos salarios que tentaron a empleados de otros puntos del país, pero principalmente de otros sectores.
Un caso ejemplar es el que viven los docentes; cada vez son más los que abandonan sus trabajos como maestros para empezar uno nuevo como operarios en las líneas fabriles. Es que los empleados de la industria tecnológica ingresan con sueldos que tocan los $8.000, un monto mucho mayor que el que podrían ganar en la mayoría de los rubros. Este fenómeno es similar al que sucede en Santa Cruz, donde la industria petrolera es cada día más rentable.
Otro de los sectores que sufre una merma de personal es el de comercio, cuyos empleadores argumentan que por este motivo aumentan los costos salariales, y que por eso suben los precios de los productos. Tierra del Fuego se encuentra entre las provincias con mayores niveles de inflación del país, explicado en parte por el crecimiento abrupto de su economía, lo que ha llevado a sus habitantes a ser de los más consumistas de la Argentina.
“El buen momento que está viviendo la provincia tiene como contrapartida social una escasez de recursos que provocó un alto costo de vida”, expresó el ministro de Economía de Tierra del Fuego, Christian Javier Ruiz, que remarcó que la movilidad de personal hacia las fábricas y la carencia de ellos en otros rubros es preocupante.
El dinamismo del sector trastocó la estructura laboral en el distrito. La demanda constante de trabajadores industriales fue uno de los principales factores que influyó en que la desocupación bajara a 7%, 4,9% menos que en 2009. Hasta julio de este año los “tecnológicos” sumaban 9.437 trabajadores, cuando en el total de la industria son 12.390. Esto lleva al sector a pisarle los talones en cantidad de trabajadores a los dos rubros históricamente más activos: el de empleados públicos y el del turismo. Sólo en comparación con 2010, el aumento del empleo representó un 71,64% con respecto a 2010 para la industria tecnológica, contra el 46,30% de variación en toda la industria.
“La migración de trabajadores desde otros sectores al de la industria tecnológica se da porque lo que se requiere es personal no calificado. Pero desde los cargos gerenciales para arriba, hay que importar empleados”, explicó Ruiz. Pese a que muchos de los nuevos empleados tecnológicos empiezan con contratos temporales, los altos salarios son los que tientan a muchos, jóvenes principalmente, a empezar en este sector.
Por eso, el jueves pasado, el ex ministro de Economía de la Nación Roberto Lavagna aconsejó durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata construir un polo educativo tecnológico en Tierra del Fuego para articular el trabajo de las universidades con el progreso de la industria.
El aumento de los ingresos, sumado a que los sueldos no pagan retención a las ganancias, ha llevado a la provincia a ser una de las más consumistas del país, según se desprende del Indicador Sintético de Actividad de las Provincias (ISAP), relevado por la consultora privada Federico Muñoz y Asociados.
Para el informe del segundo trimestre de 2011, el ISAP indicó que Tierra del Fuego fue el segundo distrito con más aceleración del nivel de actividad (San Juan fue el primero). Sin embargo, la publicación da una señal acorde a lo que señala el ministro de Economía de la ciudad más austral del mundo: “Si bien mantiene una clara pujanza relativa, empieza a dar indicios de moderación en la expansión, producto de algunos ‘cuellos de botella’ que enfrenta su industria en materia de logística y personal calificado”.
En este sentido, Ruiz también puso una señal de alarma en cuanto a la infraestructura, y enumeró como principal problema la falta de viviendas, lo que genera un alto costo de vida (el alquiler de un monoambiente puede rondar los 2.000 pesos). También, las carencias en electricidad, gas y cloacas podrían poner trabas al desarrollo de la industria. Por eso, remarcó que se debe seguir trabajando para que las plantas se instalen en las ciudades de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin dentro de un parque industrial.
La producción en Tierra del Fuego abastece al mercado tecnólogico
En Tierra del Fuego ya se produjeron 8.538.092 celulares, cuando a principio de año se proyectaba elaborar seis millones. Con esta cifra, el porcentaje de abastecimiento del mercado nacional por la provincia asciende a 78% en estos aparatos. Hace dos años, se crearon 408.642 móviles, sólo un 4% de los comprados en el país. El resto, importados.
A fines de 2009, el Congreso convirtió en ley el aumento de los impuestos internos a un conjunto de bienes tecnológicos importados o fabricados en el continente, con el objetivo de incentivar la producción nacional de esas tecnologías en Tierra del Fuego. Esta nueva normativa se enmarca en la Ley 19.460, sancionada en 1972. Desde la implementación de la promoción industrial para las empresas de tecnología hace dos años, celulares, LCD, monitores, GPS y equipos de radiodifusión se empezaron a producir en el sector, que tenía 3.313 empleados en 2009 (4.064 en 2008) y contabilizó 9.437 en julio de este año.
La sustitución de importaciones va avanzando en el rubro celulares, pero en algunos otros ya ha llegado a su tope. Los 1.198.588 aires acondicionados que se compraron en Argentina en 2011 fueron producidos en la isla.
Por su parte, Tierra del Fuego abasteció el 92% de los televisores al mercado nacional, con 1.898.792 aparatos.