Se trata de un desarrollo realizado sobre la base de potabilizar con calor y rayos ultravioletas (UV). La botella es plana y utiliza los mismos materiales que los envases descartables. Es el resultado es un diseño económico y práctico que permitirá acercar a miles de familias un acceso al agua segura.
La realidad muestra que sólo una sexta parte del planeta tiene acceso al agua potable, y que cada año mueren unas dos millones de personas en el mundo por este motivo.
Frente a esta situación, el diseñador industrial salteño Francisco Gómez Paz y el italiano Alberto Meda crearon la “Botella Solar”, un diseño capaz de purificar agua y hacerla apta para el consumo mediante la simple acción del calor y los rayos ultravioletas (UV) que irradia el sol.
La diferencia está en el envase
El proyecto consistió en diagramar un contenedor de uso doméstico en PET —un polímero usado en los envases reciclables de agua mineral y gaseosas—, que es capaz de destruir virus y bacterias en aguas con potabilidad nula.
La botella trabaja sobre el Método de Desinfección Solar de Aguas o SODIS. Gómez Paz lo seleccionó para su diseño de botella solar, con el que logra producir agua bacteriológicamente segura con una exposición al sol de unas seis horas. Aquí, los rayos ultravioletas y el calor solar son los factores excluyentes que provocan la purificación.
Con este método, para potabilizar sólo son necesarios dos elementos: una botella y una lamina de metal (suele utilizarse una chapa común). Pero en la búsqueda de perfeccionar la practicidad y la eficiencia del sistema, el argentino y el italiano trabajaron en el proyecto de la Botella Solar. “Quisimos mejorar el sistema usando una botella específica y llevar sus prestaciones al máximo. Pero además, tratamos de solucionar problemas como el del transporte, sin perder de vista la idea de hacer un objeto con una estética digna”, explicó Gómez Paz.
El prototipo de los investigadores es una botella de forma plana que posee dos receptores solares que se ubican en ambas caras del envase.
Uno de los lados es transparente y tiene como función el almacenamiento de los rayos ultravioletas, mientras que el otro posee una lámina de aluminio que sirve para aumentar la temperatura interna del contenedor.
Este diseño permite mejorar el proceso de depuración del método SODIS y eliminar los microorganismos patógenos que habitan en el agua contaminada.
La botella reúne cuatro importantes cualidades:
* Eficacia: Luego de aproximadamente seis horas de exposición al sol, produce 4 litros de agua con seguridad microbiológica.
* Facilidad de transporte: Por su peso y su formato (posee una manija), se la puede trasladar con una mano. Y además está provista de un mecanismo que permite unirla con otro recipiente similar y así duplicar la cantidad de líquido acarreado.
* Precio accesible: Su precio final previsto es equivalente al de una botella de agua. Debido a que las zonas rurales suelen coincidir con acuíferos de baja calidad —y población de menor poder adquisitivo—, el bajo costo de la botella solar se convirtió en un requisito esencial.
* Sencillez de uso: El proceso de descontaminación sólo requiere de exposición al sol. La manija del envase, además de servir para la carga, proporciona la regulación angular necesaria para optimizar la exposición la botella al sol.
El envase fue creado con un estilo moderno, que —se piensa— facilitará su aceptación. Sin embargo, Gómez Paz todavía está en la búsqueda de su fabricación masiva.
“Seguimos con el proyecto en permanente desarrollo y hemos hecho avances considerables. Hemos definido su geometría definitiva e incluso se hizo el molde y se produjo una pre-serie con la cual se hemos hecho tests de resistencia” sostuvo el desarrollador.
Sin embargo, la demora de años en el proyecto no es una cuestión menor. La fabricación masiva de botellas solares podría ser parte de la solución a un problema de alcance global. ¿Alcanza con decir que en el mundo, cada 24 horas, mueren 4.500 niños por enfermedades derivadas de la ingesta de agua no potable?