El presidente estadounidense Barack Obama pidió en el Congreso que «se termine con el circo del enfrentamiento político» y que apruebe inmediatamente un ambicioso plan de lucha contra el desempleo con un costo estimado en unos 447.000 millones de dólares.
«Envío a este Congreso un plan que debería adoptar inmediatamente», afirmó Obama ante la sesión conjunta del Congreso.
Trabajos públicos, recortes de impuestos para la clase media pero aumentos para los más ricos, así como la creación de un banco público de infraestructura integran ese plan, que de antemano fue recibido con hostilidad por la oposición republicana.
«La gente de este país trabaja duro para enfrentar sus responsabilidades. La cuestión esta noche es si nosotros vamos a enfrentarnos a las nuestras. La cuestión es si, ante esta crisis nacional que estamos viviendo, podemos acabar con el circo político y hacer algo que realmente ayude a la economía», señaló el presidente en un discurso emitido por cadena oficial televisado a toda la nación.
«El objetivo de la Ley de Trabajo Estadounidense es simple: poner a más gente a trabajar y más dinero en el bolsillo de los que están trabajando», añadió Obama en su quinta vez que acude a hablar al Congreso y con la mente puesta en las elecciones para las cuales es candidato a un nuevo mandato, dentro de 14 meses.
Obama, cuya reelección depende de su capacidad de bajar la tasa de desempleo del 9,1 por ciento, propuso extender el seguro de desempleo a un costo de 49.000 millones de dólares, modernizar las escuelas por 30.000 millones e invertir en proyectos de infraestructura para el transporte por 50.000 millones de dólares.
Pero el grueso de sus propuestas comprenden hasta 240.000 millones de dólares en alivio impositivo al recortar a la mitad impuestos a la renta de los empleados el próximo año y reducir los impuestos a las nóminas salariales de las empresas.
En su discurso, también dijo que era «hora de despejar el camino» para lograr la ratificación de los tratados comerciales pendientes con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
La popularidad de Obama ha ido bajando paulatinamente en los últimos meses, a medida que las noticias económicas confirmaban que Estados Unidos no despega. El Partido Republicano ya calienta motores para retarlo con varios aspirantes a la candidatura que están delineando sus propias propuestas.
Los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes, han conseguido en los últimos meses rebatir las iniciativas económicas del gobierno vinculándolas al déficit público.
Según una encuesta conjunta del diario The Washington Post y de la cadena ABC News publicada el martes, 53% de los encuestados considera de forma negativa el trabajo de Obama y 77% cree que el país «no va por el buen camino».
Obama «se toma muy seriamente medidas que sean responsables, que tengan apoyo bipartidista y que tienen un impacto rápido y directo en la economía y en el empleo», explicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.