El gobierno chileno se aprestaba a convocar para este jueves al reinicio del diálogo con los estudiantes, el mismo día en que se concretarán nuevas marchas por educación gratuita y de calidad, demandas que enfrentan al movimiento del sector educativo con las autoridades desde hace cuatro meses.
El ministro de Educación, Felipe Bulnes, respondió este miércoles a la decisión adoptada este martes por los universitarios de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) de sentarse con el gobierno en una mesa de diálgo para resolver el prolongado conflicto, que tiene paralizadas las clases de nivel superior y medio.
«Vamos a tomar contacto durante esta tarde para, en lo posible, instalar esta mesa de trabajo a partir de este jueves mismo, por lo tanto, esperamos que durante el jueves esto nos resulte posible y estemos trabajando», señaló Bulnes, citado por la versión on line del diario El Mercurio.
El ministro sostuvo que uno de los primeros temas que pretende abordar con los representantes del movimiento estudiantil es el retorno a clases.
«Es clave normalizar las actividades académicas cuanto antes y, por tanto, éste es uno de los temas que queremos conversar en la primera reunión que sostengamos con los dirigentes estudiantiles», señaló.
Sin embargo, anoche la Confech determinó, luego de una asamblea de nueve horas, previa consulta a sus bases, que seguirán movilizados y no volverán a las aulas hasta que el gobierno no dé garantías a sus demandas.
Al respecto, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, acusó al gobierno de condicionar el diálogo «con la exigencia de cerrar el semestre e iniciar el segundo».
De hecho, la Confech convocó para este jueves a marchas en Santiago y otras ciudades del país, que cuentan con la adhesión de las agrupaciones de estudiantes secundarios, del Colegio de Profesores, de trabajadores de la salud que están de paro y de la ciudadanía en general, según reportó la agencia de noticias Prensa Latina.
La movilización «es nuestra herramienta de presión y para demostrar el apoyo ciudadano, así que mañana vamos a estar todos en las calles muy pendientes de lo que va a pasar con la Ley de Presupuesto», afirmó Vallejo, en referencia al proyecto que el Ejecutivo busca enviar esta semana al parlamento y que los estudiantes pretenden analizar antes.
Antes de conocerse la convocatoria de Bulnes, Vallejo había precisado a radio Cooperativa que la idea de la dirigencia era comenzar hoy mismo con el contacto con el gobierno para «en primera instancia conocer la Ley de Presupuesto, que no es pública» y señaló que Bulnes les indicó que una vez iniciado el diálogo iban a tener acceso a la iniciativa.
La premura de la Confech se debe a su intención de poder presionar para que se garanticen en el Presupuesto los recursos para implementar los cambios que pretenden impulsar.
«Tenemos una propuesta en cuanto a la metodología de trabajo con prioridad en el fortalecimiento de la educación pública, y que tienen que ver con ámbitos presupuestarios como la gratuidad, los aportes basales directos a las instituciones públicas y fondos de revitalización», detalló Vallejo.
Pero el ministro sostuvo hoy que los estudiantes tendrán acceso al proyecto de estimación de gastos y recursos una vez que sea enviado al Congreso.
«Por supuesto que les vamos a entregar la ley de Presupuesto tan pronto ésta sea despachada al Congreso y, por lo tanto, esté disponible para todos los chilenos (…) y vamos a estar disponibles para discutir en detalle los distintos puntos en el ámbito de la educación», aseguró Bulnes.
«Se nos dice que se quiere avanzar y, sin embargo, se nos señala que nosotros no podemos tener incidencia en la Ley de Presupuesto», sostuvo Vallejo, quien resaltó la importancia para los estudiantes de introducir «avances en materia de fortalecimiento de la educación pública, de gratuidad, de terminar con el subsidio a la banca privada y a las instituciones privadas que lucran», antes de que el proyecto fuera girado al Legislativo.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Giorgo Jackson, advirtió que espera que la mesa de diálogo no sea sólo «para la foto» sino que se logren concretar los cambios «de fondo» que impulsan el movimiento estudiantil y no se tengan que repetir instancias de presión como las que han tomado los compañeros», en referencia a la huelga de hambre de un grupo de secundarios, algunos por 71 días, levantada hoy para favorecer la reapertura de las negociaciones.
La crisis educacional, que derrumbó el apoyo al presidente Sebastián Piñera a 22 por ciento, movilizó a cientos de miles de personas en marchas en todo el país, con el trágico saldo de un adolescente muerto por un disparo de Carabineros en una de estas manifestaciones.
Los jóvenes, que esperan que el gobierno al menos otorgue educación universitaria gratuita para 60 por ciento de la población, protestan por la inequidad del sistema educativo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet.
El gobierno sólo acepta otorgar becas para 40 por ciento de los universitarios, ofreciendo créditos con bajas tasas de interés para los demás estudiantes.
En Chile, a diferencia de otros países, gran parte de la educación escolar es privada y toda la formación universitaria es paga, con costos anuales de miles de dólares.
Las protestas estudiantiles, que ya duran tres meses, coincidieron con otras masivas movilizaciones sociales, ambientales, regionales y civiles este año.
Los conflictos sociales, atravesados por la desigual distribución del ingreso nacional, tiene correlato en la crisis de representación política a partir del sistema binominal establecido por Pinochet para hegemonizar el poder.
La crisis política derivó en altos índices de rechazo al gobierno y la oposición en la antesala de los comicios municipales de 2012 y presidenciales de 2013.