El dólar al público completó un septiembre prácticamente sin variantes, a $4,24 con los que inició y concluyó el mes. Este equilibrio en las cotizaciones, que también pudo detectarse en el precio mayorista, a $4,205 por dólar, determinó que septiembre fuera el mes con menor depreciación del peso en 2011, ante el cambio de actitud del Banco Central, con abultadas compras de dólares a futuro, para enfriar la plaza.
Sobre el nuevo accionar del Central, Mariana de Mendiburu, analista senior de Portfolio Personal, indicó a Infobae.com que “en primer momento no se ve la fuga de capitales que se observó hace unas semanas, por las ventas a futuro, que en principio se colocaban a septiembre y ahora se extendieron a diciembre, con lo que fijó el precio y bajó las expectativas de devaluación del peso”.
De Mendiburu estimó la salida de dólares en unos u$s600 millones por semana. “Si pensás en inversiones de acá a fin de año, un plazo fijo en pesos puede dar mejor rendimiento ante la señal del Central de un dólar a $4,28 para diciembre (en el mercado de futuros Rofex). En el corto plazo veo que bajaron las expectativas, aunque haya compra de dólares como refugio y porque no se sabe lo que se viene desde el exterior”, refirió.
El dólar mayorista, la verdadera referencia del mercado de cambios, avanzaba 5,76% en lo que va del año, desde los $3,98 del 30 de diciembre último, una apreciación acumulada que ya supera el 4,63% de todo el año 2010.
Desde la mesa de cambio de Puente explicaron que “con un incremento de apenas medio centavo, septiembre terminó como el mes con menor suba del dólar en el segmento mayorista durante 2011”. Agregaron que “esta situación ocurre luego del alza de 5,5 centavos experimentada en agosto, una variación incluso menor que la de mayo, cuando la moneda estadounidense había subido sólo un centavo”.
Este “congelamiento” virtual de la divisa norteamericana tuvo su correlato en un importante sacrificio de reservas por parte del Banco Central. Los activos finalizaron en u$s48.628 millones, con una caída diaria de u$s95 millones, de u$s1.381 millones en el mes (-2,76%) y de 3.507 millones en el año, con una merma de 6,7% respecto de los u$s52.135 millones al concluir 2010. De continuar esta tendencia, las reservas del BCRA disminuirán por primera vez desde 2002 en el balance anual.
Dos factores coincidieron en este retroceso: el pago de vencimientos de deuda con activos del Central y la aceleración de demanda de la divisa, que se tradujo en una fuga de capitales (salida de dólares del sistema) que los especialistas estiman en u$s20 mil millones para todo 2011. Operadores afirman que en los últimos 30 días se habrían comprado u$s3 mil millones de billetes físicos que no retornaron al sistema, es decir, terminaron en cajas de seguridad o en “el colchón”.
La entidad que preside Mercedes Marcó del Pont continuó con la estrategia que impuso en las últimas cuatro semanas: contundentes posturas de u$s500 millones para satisfacer la demanda y “marcar la cancha” de las cotizaciones, tanto en el mercado de futuros como en el de contado.
Manuel Oyhamburu, del área de Investigación y Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, opinó que por la suba del dólar “se puede hablar de una incertidumbre hacia el futuro o de una expectativa de devaluación hacia delante”. En ese aspecto, subrayó que hay un deterioro del superávit de la balanza comercial. “Las importaciones crecen más fuerte que las exportaciones y hay una percepción que movilidades muy chicas del tipo de cambio, por debajo de la inflación, no van”, graficó.
Para Oyhamburu, hay una sobrerreacción en los mercados. “Cuando pasa esto, las medidas de política económica y monetaria también tienen que tener una sobrerreacción”, recomendó.
La incidencia del real
El real, una moneda clave por el peso del intercambio comercial con Brasil, retrocedió a una tasa de 1,88 por dólar, aunque el 22 de septiembre el billete verde llegó a venderse a 1,97 reales. La divisa brasileña se depreció 17% en el mes.
“El real se devaluó un 11% en el año. Hay que tener en cuenta esto, porque de mantenerse un ritmo devaluatorio en Brasil, vamos a tener que ver la manera de hacer el ajuste en términos nominales, donde el proceso va a tener que ser un poquito más acelerado”, añadió Oyhamburu.
“La fuga de capitales uno la menciona aquí, pero también se da en Brasil y en otros mercados emergentes, con el refugio en dólares y en bonos del Tesoro de los EEUU. Eso puede ser una buena noticia si el mercado acapara liquidez para invertir o una mala noticia si espera algo peor”, resumió Claudio Zuchovicki, gerente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Mariana de Mendiburu ponderó también el efecto de factores desde el exterior que gravitan más en la plaza cambiaria que las variables internas. “Si devalúa más Brasil, puede sumar presiones. Hay que recordar que en la crisis de 2008/2009, Brasil devaluó muchísimo, a 2,40 reales por dólar, y rápidamente pasó a 1,70 reales”.
Por ello, la economista consideró: “En la Argentina vamos tomando decisiones mucho más graduales, aunque un dólar a dos reales obligaría a tomar medidas”.
La analista de Portfolio Personal concluye que “no es un momento para estar mirando a la Argentina, se está dependiendo muchísimo de la crisis global. Y un menor crecimiento en el mundo influye en una menor demanda de las materias primas argentinas. Además, una cosecha de soja menor por la sequía va a pegar indefectiblemente sobre las reservas (del BCRA) por la caída de ingreso de dólares”.