(Buenos Aires, setiembre 21 de 2011) – Cristina Kirchner volvió a llevar el reclamo argentino por la soberanía sobre las Islas Malvinas al ámbito de la ONU. Esta vez, con la amenaza de suspender los vuelos al territorio, si la situación no se modifica.
«Venimos una vez más en el seno de Naciones Unidos a plantear una cuestión vital», comenzó la Presidenta. Enseguida, añadió: «Convocamos una vez más al Reino Unido a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas».
En este punto, llegó la advertencia: «Vamos a esperar un tiempo más, pero sino, nos veremos obligados a revisar entendimientos provisorios vigentes».
Y aclaró que aludía a las conexiones a las islas: «Me refiero al acuerdo del 14 de julio de 1999, cuando se dispuso un vuelo semanal regular por la empresa LAN Chile en ambas direcciones a Malvinas. Hay que dar cumplimiento a las resoluciones».
La Presidenta hizo referencia al histórico acuerdo que alcanzaron hace 12 años, en Londres, el canciller argentino, Guido Di Tella, y su par de Gran Bretaña, Robin Cook. Tras 17 años, los ciudadanos argentinos volvieron a poder visitar las Malvinas, con pasaporte de nuestro país, mientras que el 16 de octubre se restablecieron los vuelos entre el archipiélago y el continente.
«Argentina ha invitado a Gran Bretaña a conversar sobre nuestra soberanía. Simplemente está pidiendo que se cumpla con alguna de las diez declaraciones de Naciones Unidas», insistió.
Consideró que el Reino Unido se negó «sistemáticamente» a asistir al diálogo «utilizando su condición de miembro del Consejo de Seguridad con derecho a veto».
«La cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas que es una prueba de fuego para la ONU», enfatizó la Presidenta ante la audiencia.