(El Calafate, 03 de agosto de 2011) Un efectivo de la Policía de la provincia tomó la drástica decisión de ultimar a tiros a su esposa embarazada y a sus dos hijos, en su casa de la villa turística de El Calafate, para luego quitarse la vida de un balazo en la cabeza adentro de su propio auto en la zona céntrica de la ciudad. Para cometer la matanza usó el arma reglamentaria. Se desconocen los motivos por los cuales decidió acabar con la vida de su familia y la suya.
El protagonista de la tragedia fue el cabo Alejandro Juan Domingo Benítez (27), quien se suicidó de un tiro en la cabeza con su propia pistola calibre 9 milímetros reglamentaria en la madrugada de ayer, y fue descubierto horas después cuando transeúntes lo hallaron en su auto Ford Falcon estacionado en inmediaciones de la avenida Del Libertador, frente a la sucursal de la cadena de supermercados La Anónima.
Un policía que se hallaba en la zona realizando tareas de vigilancia fue avisado por los vecinos del hallazgo del cadáver, al acercarse identificó a Benítez, ya que ambos prestan servicio en la Comisaría Lago Argentino.
El jefe de la Comisaría, Horacio Rodríguez, indicó que el cabo presentaba lesiones importantes en la cabeza, con una herida de ingreso en el lateral derecho y de salida por el izquierdo y “tenía signos vitales”, por lo que “fue trasladado de inmediato al hospital, que está a cinco cuadras, donde murió minutos después”, precisó.
Triste hallazgo
Ante el suicidio del oficial, una consigna partió minutos después a su domicilio para informar a su familia lo sucedido.
En la vivienda, los agentes golpearon la puerta y nadie les abrió, pero les llamó la atención que las luces se encontraban encendidas, volvieron a golpear, y sin respuesta procedieron a mirar por la ventana, observaron a la mujer del cabo tirada en el living, en medio de un charco de sangre, por lo que forzaron la puerta y se encontraron con un escenario imprevisto, la familia Benítez había sido ultimada a tiros.
La mujer fue identificada como María Noel Martini (26), embarazada de cinco meses, y a sus hijos, un nene de 7 y una nena de 4 años.
Según indicaron las fuentes policiales consultadas, los cuerpos de los niños presentaban disparos y yacían en sus camas, en sendas habitaciones. Aparentemente Benítez los ultimó mientras dormían.
Por disposición judicial, los agentes junto a efectivos de Gendarmería Nacional acordonaron el domicilio a la espera de una comisión de la División Criminalística que se trasladó desde Río Gallegos.
El personal de Gendarmería prestó colaboración en las primeras horas de conocido el hecho, realizando inspección ocular, ya que no se cuenta con un Gabinete de Criminalística en la villa turística.
El juez penal de El Calafate, Carlos Narvarte, a cargo del caso, estuvo en la vivienda donde se produjo la tragedia y se retiró “conmocionado”, dice el portal de Internet de LU23 Radio Nacional Lago Argentino, que envió un móvil al lugar.
María, una empleada doméstica que trabaja en una casa cercana a la de las víctimas, dijo a la emisora que nunca se escuchó “ni una discusión” de la pareja y que “siempre entraban y salían juntos”.
“Los veía todas las mañanas cuando pasaba frente a la casa” comentó la mujer, quien dijo no haber percibido indicios de nada que explicara el drama.
Según detalló, “la señora se veía muy amable” y “él era muy callado” y nunca supo de altercados en la pareja.
Los cuerpos de la familia fueron trasladados a esta capital para que se les practicara la correspondiente autopsia.
Seguimiento
El comisario Rodríguez precisó en declaraciones al programa “Mañana es tarde” de la emisora LU 12 Radio Río Gallegos que Benítez ingresó en El Calafate a la Fuerza, pero nació en Río Gallegos. Además aclaró que “llama la atención que no hay antecedentes o escritos que hayan alertado de una situación que lo lleve a este extremo”.
En este sentido, destacó que la Policía de la provincia “ya no toma esos cursos de uno o tres meses que fueron cuestionados por los medios de comunicación. Ahora tenemos cursos de casi un año para la capacitación del personal. Pero no podemos sacar mil personas, ya que debe haber un proceso para cubrir toda la provincia”.
En cuanto a los estudios psicológicos, el jefe de la dependencia policial reconoció que sólo se realizan en el ingreso a la Fuerza, pero se mostró a favor de realizar “un seguimiento más permanente, no estaría mal”.
La esposa de Benítez era hija de una oficial de la Policía y de una familia oriunda de la localidad, lo que sumó más conmoción al conocerse cómo perdieron la vida la mujer y los niños.