(Río Grande, 12 de julio de 2011) Los trabajadores, que pertenecen al plan Sueños Compartidos, cortaron la autovía durante siete horas en reclamo del pago de sueldos atrasados, aportes jubilatorios y mejoras en la condición laboral.
Tras realizar el piquete, que generó serias demoras y transtornos a los automovilistas, los manifestantes tomaron un predio de viviendas sociales, lindero a la General Paz, y reclamaron por la presencia de Hebe de Bonafini.
«Hebe nos ha convocado a la Plaza de Mayo; ahora la convocamos a ella, nos dice que somos todos sus hijos, que venga a dar la cara», afirmó un delegado de los obreros.
«Cuando hay marchas, te convocan y te obligan a ir, porque si no vas, te echan o te descuentan», completó el trabajador de Sueños Compartidos.
Antes de levantar el piquete, un grupo de gendarmes llegó al lugar con la orden judicial de desalojar la General Paz y, antes de que avancen hacia la manifestación, un grupo de trabajadores empezó a arrojar piedras a los efectivos.
En el lugar se encuentra Rubén «Pocho» Brizuela, jefe de seguridad de Sueños Compartidos y operador de las Madres, encargado de coordinar a los obreros.
Brizuela mantuvo una discusión cara a cara con el objetivo de bajar los ánimos y consensuar una salida.
Durante el diálogo, Brizuela les dijo: «Me estoy metiendo en un problema que no es mío» y les aseguró: «Esto lo tienen que organizar los trabajadores».
«Vos no podés venir con dos copas de más y encima hacer este escándalo, yo te conozco, mañana se van a arrepentir de lo que hicieron», le dijo Brizuela a uno de los líderes de la protesta.